La construcción en Rosario tuvo el peor julio de los últimos años

El enfriamiento de la economía ya impacta fuerte en la actividad productiva y el sector de la construcción es uno de los primeros en la fila en sentir el golpe. Tal es así que la superficie total aprobada para construcción durante julio es una de las más bajas de los últimos años. Incluso si compara el registro del mes pasado con julio de 2020, en pandemia y con la vigencia de restricciones sanitarias, el dato es todavía más alarmante ya que mientras en julio de 2023 se autorizaron 84 nuevos permisos de obra, hace tres años fueron 115.

Los números corresponden al último informe difundido por la dirección General de Estadística de la Secretaría de Modernización y Cercanía del Municipio. El documento marca que las superficies aprobadas en lo que va del año (de enero a julio) presentan una reducción de 14,9% al comparar con el mismo periodo de 2022.

Entre los motivos que explican este complejo escenario, expertos del sector consultados apuntan a la falta de dólares provenientes del campo -consecuencia de una sequía récord- como factor que frena nuevas construcciones en Rosario. La primera señal de alerta fue en mayo, cuando el trabajo reportó una caída del 14,1% con relación al año pasado y empezó a revertir una tendencia que venía en alza en 2023. 

“En los últimos años, la ciudad de Rosario ha sido testigo de una transformación significativa en el mercado inmobiliario, reflejada en cifras únicas. La oferta de propiedades en venta se ha incrementado de manera vertiginosa, pasando de 20.000 unidades disponibles a fines de 2018 a más de 60.000 para fines del 2022. Sin embargo, este aumento en la disponibilidad de propiedades se entrelaza con una realidad económica compleja que impacta en la accesibilidad y las inversiones en el sector”, dijo a Punto biz Mario Chernomordik, integrante de la Asociación Empresaria de la Vivienda (AEV).

El informe de "Permisos de edificación" que publica mes a mes el Municipio se trabaja en base a información provista por la Dirección General de Obras Particulares de la Municipalidad de Rosario, área responsable de autorizar la ejecución de obras privadas en el ejido de la ciudad. Según los números duros, la superficie aprobada en julio es casi la mitad de la del mes de junio, con reducciones similares tanto en la destinada a construcciones no residenciales como residenciales. Es decir, 24 mil m2 contra más de 47 m2 a construir hace un año atrás.

Al comparar los datos del mes de julio con el promedio histórico del mismo mes, se observa que la construcción se mantiene por debajo de tales valores, tanto en permisos como en superficie. Actualmente los permisos que se otorgan representan menos de un 40% (38,9%) de los promedios históricos para julio; en cuanto a superficie total autorizada es aún mayor la diferencia (representan sólo 36,6% de la superficie promedio de los últimos 10 años pre-pandemia). “La sequía le quitó u$s5.000 M al área del Gran Rosario y del sur de la provincia de Santa Fe. Gran parte de eso era excedente e iba para la inversión en departamentos. Y el otro problema, que no deja de ser menor, es que las expectativas con respecto al año que viene, tampoco son buenas”, describió Rubén Llenas, gerente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC). 

Pese a que hay zonas de Rosario que reportan más actividad de nuevas construcciones como el macrocentro o la zona oeste, lo cierto es que la cuenta final da para atrás. “Todos esperan un año de recesión, gane quien gane las elecciones. Entonces, los inversores estarán viendo que mejore un poco el panorama para avanzar con algún proyecto o para llevar adelante los emprendimientos que tienen en carpeta. Eso es innegable. Y por otro lado, los indicadores de la construcción todavía no se reflejan en el empleo, pero hace varios meses ya que el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (Isac) que difunde el Indec viene dando negativo a nivel interanual, o sea que es una realidad que la actividad está en baja”, apuntó Llenas.