Familia entrerriana quiere ver las estrellas en el centro de Rosario

Oriundos de Paraná, llevaron las riendas durante años del popular lavadero “Car Wash Milenio”, en la esquina de San Juan y Dorrego. Con experiencia en el rubro de los alojamientos, a mediados de los 2000 decidieron bajarse de un negocio que funcionaba bien para encarar un emprendimiento hotelero en el mismo inmueble. Una década después, tras varias crisis económicas en el medio y una pandemia, el hotel está más cerca de ver la luz.  

A metros de Bv. Oroño, el complejo hotelero -cuyo nombre sus titulares guardan bajo siete llaves- cuenta con una ubicación estratégica en pleno macrocentro de la ciudad. Emplazado sobre una esquina, tiene ingreso por calle Dorrego, 11 pisos de altura, piscina con solarium, spa, salón de fiestas y de reuniones, y un total de 61 habitaciones, 11 de las cuales son suites. Está construido en un 95%, sus dueños están en la recta final de los trámites de habilitación y apuntan a poder abrir en marzo de 2024. 

“Se trata de un proyecto al que mi familia y yo le hemos dedicado muchísimo tiempo, dedicación y esfuerzo para llegar a donde estamos parados hoy. Nació a partir del sueño de mi padre de tener su propio hotel en la ciudad de Rosario”, dijo a Punto biz Alejo, quien junto a su hermana Laura comandan el desarrollo que asoma donde funcionó el lavadero y un área de cocheras que aún administran. 

Si bien el proyecto hotelero comenzó en 1998 a la par de la apertura del complejo de cocheras y el lavadero de autos “Car wash milenio”, la familia retomó la iniciativa en 2008 y desde entonces se dedicaron a la construcción de un edificio que luce imponente. “Cada ladrillo y habitación, refleja el sacrificio y esfuerzo de toda una vida. A lo largo de estos años hemos sorteado muchos desafíos: cambios políticos, económicos y sociales incluyendo la pandemia. Pese a todo hemos sostenido con esfuerzo la construcción y decoración de las 60 habitaciones. Esto no es  solo un negocio familiar, sino también una manifestación de nuestra resiliencia y determinación en medio de las adversidades”, describió el empresario sobre las dificultades que fueron dilatando la concreción del ambicioso proyecto.  

La familia entrerriana obtuvo hace una década el permiso 2559/2011, que habilitó la edificación de 5.585 metros cuadrados para un hotel. El emprendimiento levantó altura rápidamente, pero nunca llegó a inaugurar. Desde el año pasado, con el fin de la pandemia, la familia oriunda de Paraná empezó a acelerar los trámites para habilitar el emprendimiento y esperan tener el OK municipal en el corto plazo.

 “La presencia del hotel en el barrio traerá consigo prestigio, potenciando a los negocios de la cuadra y generando más seguridad, al contar la zona, con mayor movimiento e iluminación, brindando una nueva fuente de trabajo a la ciudad y un atractivo para los turistas. Nosotros más que nadie buscamos aportar un clima de paz, armonía y descanso en la cuadra. Preservando a nuestros huéspedes de los ruidos de la ciudad”, explicó el desarrollador a propósito del pedido que recientemente inició para habilitar el salón de fiestas del hotel. 

Como distintivo, el emprendimiento ofrecerá actividades vinculadas al arte, la cultura, el desarrollo personal, la reflexión, meditación y el turismo local. “La idea es generar espacios para conectar a nivel laboral en las conferencias, coffee break, after office, con otras personas, con familiares o amigos, e inclusive, consigo mismas, reflejando un espíritu de hotel innovador”, describió el empresario entrerriano. 

"La gente que nos conoce, sabe de nuestra forma de ser y trabajar siempre honesta y responsable. Nos falta muy poco para inaugurar, por lo que necesitamos de la ayuda de nuestros vecinos y del sector habilitaciones e inspecciones de la Municipalidad, para que con mayores certezas de plazos, podamos comenzar con las entrevistas laborales y contratar el personal necesario para inaugurar", apuntó el impulsor del desarrollo hotelero. Cabe destacar que el hotel fue declarado de interés Municipal en la gestión del por entonces intendente Miguel Lifschitz.