Dejó atrás el legado familiar para abrir su propia pastelería gourmet

Enero fue la prueba de fuego para NC Pastelería, una nueva propuesta gastronómica que debutó por San Lorenzo 2134. Tras cinco años de trabajar desde su departamento vendiendo tortas, Noelia Carolina Flematti se animó a patear el tablero y dejó atrás la carrera de Farmacia -profesión que ejercen sus padres- para abrir su propio espacio de desayuno y merienda en Rosario. 

Cada centímetro del local fue planeado y es algo fácil de notar al ingresar, en una armonía de rosa y verde, y con las frases y el spot de las fotos que son un distintivo del lugar. “Mi idea es presentar un producto de calidad, con sabor y con estética, me gusta que la gente tenga vínculos y brindarles un lugar para eso”, comentó Noelia a Punto biz, y aclaró que es un espacio pet friendly. 

La oferta gastronómica es amplia: a NC se puede ir a desayunar y también a picar algo a la tardecita. La variedad es tanta que no hay productos estrella porque "todo sale parejo", desde las abundantes porciones de torta hasta los sándwiches en pan bagel. Pero las que se siguen llevando toda la atención son las tortas personalizadas. Se piden por encargo y son elegidas para días especiales como cumpleaños o casamientos. 

Una casona amiga

Dos semanas antes de que inaugurara la pastelería, abrió Vinotenca en la habitación más chica con vista a la calle. Al emprendimiento lo hacen caminar Agustina Faiola y Franco Tenca, dos amigos de Noelia que se sumaron a esta propuesta ya que “el postre y el vino son buenos compañeros”. Con esta idea de negocio, a Noelia se le ocurrió que podés merendar en el lugar y llevarte después un vino. En este beneficio y potenciamiento mutuo, desarrollaron una estrategia de mercado en que la pastelería también sirve a partir de las tres de la tarde jarras de vinos de verano y copas de las etiquetas que se encuentran en la habitación de al lado.

Como estrategia también utilizan un sistema de fidelidad. Con el primer consumo en el local te entregan un cartoncito con diez espacios y se marca el primero. Al completar cinco consumos, te ganás un 10% de descuento y, al llegar a diez, un desayuno gratis de NC. Noelia recalcó que todo esto es posible gracias al “gran equipo de trabajo que hay detrás", su socia Micaela Chocobar, y la constante capacitación y mejora. 

De la química farmacéutica a la artesanal

La decisión de Noelia de dedicarse de lleno al emprendimiento no fue fácil, pero la cuarentena obligatoria, el acompañamiento de su familia y una clientela ansiosa la ayudó a dar el salto. Dejó sus estudios universitarios de Farmacia para adentrarse en otra especie de química: la pastelería artesanal. Desde su casa realizó cursos online y fue perfeccionando la técnica, hasta que las medidas sanitarias le permitieron estudiar pastelería en una reconocida escuela de la ciudad. A menos de medio año de comenzado el emprendimiento, Noelia necesitaba ayuda y sumó a Micaela al proyecto. 

Con su propio taller montado fue creciendo, y dedicó más horas de las que lleva un día a cumplir con los pedidos de tortas personalizadas que tomaba junto con Micaela, y además para tener un stock constante de cosas dulces para vender por las aplicaciones de delivery. Tras cuatro años funcionando de esta manera y con un gran crecimiento, se encontraba estable en su negocio, pero con una decisión que tomar: apostar por el emprendimiento y jugársela por el local propio, o abandonar y dedicarse a otra cosa. 

Noelia lleva con orgullo el nombre que su padre eligió para ella, y por eso decidió volverlo por completo su marca.  Dijo con orgullo: “Noelia Carolina es una marca y es mía, representa todas las horas de mi vida que le dediqué y el esfuerzo que le puse, el espíritu trabajador de mi viejo que yo tomé”. Abrir el local implicó un gran esfuerzo, ya que la casona anteriormente rentaba sus habitaciones para diferentes actividades como showrooms o pilates, que no requieren el mismo cuidado de espacio que una cocina.