Cadena pierde otro eslabón y un local con mucha historia quedó en alquiler

La carnicería boutique Don Beef bajó días atrás la persiana de uno de los tres locales que mantenía en pie. La cadena que supo a tener 15 puntos de venta en Rosario, Funes y Roldán, cerró las puertas del negocio de calle Córdoba y Laprida, en la planta baja del histórico edificio Bola de Nieve. La firma que comanda el empresario Daniel Cassinerio viene achicándose desde 2015, cuando reestructuró el modelo de negocio y cerró siete sucursales. Hoy en día, tiene dos funcionando en la ciudad, una en Corrientes y Urquiza y otra en la esquina de Alem y 9 de Julio. La imposibilidad de afrontar el alto costo de un alquiler en dólares fue la principal razón que motivó el cierre.  

Don Beef irrumpió en el mercado hace 20 años, apuntando a un segmento medio alto que buscaba un producto de calidad y buena presentación. Llegó a ocuparse de toda la cadena, desde la producción en feed lot hasta la venta al público y la expansión a través de franquicias. Pero los números jugaron en contra y el negocio terminó por replegarse bajo una nueva figura. Hoy Don Beef funciona con una fórmula intermedia entre las carnicerías tradicionales y las cadenas boutique y se dedica 100% a los productos envasados.

“Hay explosión de carnicerías, boutique y artesanales, no sé a qué se debe, el negocio está raro, las rentabilidades cayeron y van a seguir así”, analizó Daniel Cassinerio, dueño de Don Beef sobre un escenario en el que aparecen nuevos jugadores. La marca vivió una expansión sin freno a mediados de la década de los 2000, por medio de franquiciados que al no conseguir un retorno inmediato de la inversión terminaban devolviendo el sello del negocio. Fue entonces que Cassinerio decidió dar un golpe de timón y concentrarse en el negocio minorista de contacto, y sosteniendo los locales de mayor volumen de facturación. 

“Arranqué el negocio pensando en franquicias, pero al poco tiempo entendí que necesitan un producto no commoditie para funcionar. Llegué a tener 15 locales, compré un campo y empezamos con un feed lot, lo abrimos, pero los números no daban, gastamos millones de pesos. Cometimos un conjunto de elecciones equivocadas”, reconoció Cassinerio, que está saliendo de un concurso preventivo de acreedores cursado en 2015. 

Como parte de la reconversión, Don Beef realizó importantes inversiones para hacer más eficiente el proceso de envasado al vacío de cortes frescos, pero la crisis del sector frenó nuevos desembolsos. “Hoy sería un salto muy grande contar con una máquina de atmósfera modificada, pero se trata de un equipo importado muy costoso en la actualidad”, apuntó el empresario.

UN LOCAL CON MUCHA HISTORIA

Con el cierre de la sucursal de Don Beef de la esquina de Córdoba y Laprida, queda vacante un local emplazado en un inmueble de valor patrimonial de la ciudad de Rosario. Allí se ubica el histórico edificio diseñado por Eduardo Le Monnier en 1906, que perteneciera en el pasado a la compañía de seguros La Bola de Nieve y fue la primera construcción de seis pisos de Rosario. En la planta baja funcionó la cigarrería de los hermanos Flo, quienes organizaban proyecciones desde la torre hacia una pantalla ubicada en la Plaza 25 de Mayo. Allí se congregaban personas llegadas desde los arrabales de Rosario atraídas por la magia del cine.