Verano 2024: cómo proteger la piel del sol

En caso de no tomar los recaudos necesarios, las radiaciones ultravioletas provenientes del sol pueden provocar daños en el cuerpo. Alguna de las consecuencias de la exposición prolongada son graves quemaduras, cáncer, envejecimiento prematuro de la piel e incluso cataratas en los ojos.

Según la Fundación de Cáncer de Piel, de Estados Unidos, cuando el melanoma (un tipo de cáncer de piel agresivo) se detecta temprano, la tasa de supervivencia a 5 años es del 99%. Particularmente, los niños y los ancianos se encuentran en riesgo de estas radiaciones UV.

Cómo evitar las quemaduras solares
Por otra parte, según la médica dermatóloga Paula Bourren, jefa de la Unidad Dermatológica del Hospital Fernández, el horario de exposición al sol es fundamental para no provocar daños en el cuerpo. Hay que evitar exponerse plenamente entre las 10:00 y las 16:00 horas, período más fuerte de irradiación solar. Además, es recomendable utilizar ropa y accesorios cómodos, como sombreros, gorros, ropa de trama cerrada o anteojos.

Según Bourren, en la playa o en la montaña hay que extremar las medidas, porque tanto la arena como la nieve aumentan la radiación, y no hay que dejarse engañar por los días nublados, pues la luz traspasa las nubes aunque uno no se dé cuenta; debido a su densidad, se filtra entre el 50% y el 85% de la radiación ultravioleta.

La importancia de usar protector solar y anteojos de sol
Por su parte, la dermatóloga Gabriela González Ocampos, expresó que es muy importante el uso de anteojos de sol, un elemento indispensable de fotoprotección. Afirma que "es un accesorio que se debe instalar en el hábito de los niños”. La exposición continua a los rayos UV puede contribuir a la fatiga ocular, cataratas, irritación e incluso su enrojecimiento.

Además, el uso del protector solar no es un detalle menor, y se recomienda usar mínimo un factor 30. Se coloca de 15 a 20 minutos antes de la exposición al sol y se vuelve a aplicar cada dos horas, sobre todo luego de nadar o sudar. Esta práctica reduce el riesgo de enfermedades, como el cáncer de piel.