Qué tiene Carmelo, otro imán uruguayo para inversores argentinos

Carmelo es una ribera uruguaya al norte del río de la Plata, ubicada a un poco más de 80 km de Colonia, cuenta con 20.000 habitantes. Alejandra Covello, presidenta de Covello Internacional la caracteriza: “Carmelo es a Colonia, lo que José Ignacio es a Punta del Este”. El secreto de Carmelo es que “invita a la desconexión y a un contacto con la naturaleza que son únicos”, según subraya Federico Gagliardo, CEO de Vitrium Capital y desarrollador de Carmelo Golf, una de las propuestas inmobiliarias de la zona.

Según explica, el crecimiento del área se enmarca en el aumento del turismo y por la ascendente demanda del público argentino, uruguayo y brasileño, que se ha registrado en los últimos años, además de europeos, amantes del golf, polo y náutica. Los compradores de propiedades valoran el agua y su arena dorada. Para aquellos que disfrutan de los deportes acuáticos como el windsurf o el kayakismo o simplemente de los atardeceres tranquilos en la playa a puro mate, en el área también hay propuestas que se alinean con estas preferencias.

En este sentido, resalta Gagliardo, las características del emprendimiento actúan justamente como imán para golfistas: un desarrollo residencial con cancha de 18 hoyos. Pero, además, invita a los fanáticos del deporte de los reyes con su cancha de polo; todo, en 270 hectáreas de quebradas con lagunas y mucho verde.

“El perfil del comprador está compuesto en un 70% por argentinos, parejas de más de 40 años, profesionales, con hijos chicos o adolescentes, que lo eligen como segunda vivienda para los fines de semana o para las vacaciones”, explica Gagliardo, destacando que se encuentran comercializando los últimos 22 lotes de 1950 a 3770 m², a valores que oscilan entre los US$43.000 y los US$77.000.

El comprador de las nuevas propuestas inmobiliarias de Carmelo es mayoritariamente argentino y también subraya que los brasileños están empezando a llegar, muy interesados en la propuesta enológica que de un tiempo a esta parte caracteriza la zona. El público extranjero se interesa por chacras y terrenos. Se comercializa La Concordia, un barrio con viñas en los mismos lotes, con winehouse y piscina. A su vez, los barrios El Faro y Casa Chic, que junto al citado Carmelo Golf, el cual también cuenta con viñedos, conforman el puñado de emprendimientos que mueven buena parte de los lotes de la zona. En materia de precios, los terrenos tienen valores que oscilan entre los US$40.000 y los U$S70.000.

En cuanto a las chacras, “están en la zona más linda”, el llamado Colonia Estrella, con fracciones de dos a 10 hectáreas, entre los US$20.000 y los U$S50.000 por hectárea. “Mucha gente de Carmelo ha movido el mercado, aunque hay mucho argentino invirtiendo y teniendo su casa de fin de semana aquí, en Carmelo”, revela Emanuel Dalmas, titular de Estudio Terrasol.

Teresa González, quien trabaja junto a Fernando “Ferdi” Chevara en la plaza local, dice la palabra clave: tannat, la uva introducida en el país en el SXIX por inmigrantes vascos, que conquista paladares expertos y amateurs, y que, además de provocar un verdadero boom turístico, también motoriza el mercado de propiedades. Según González, el alquiler de una casa de cuatro dormitorios fuera de temporada está en los US$250 la noche; en temporada, a US$300 y en fechas clave como Año Nuevo o carnaval, a US$350.

El Pinar, un complejo de chacras con lotes que en primera línea junto al río arrancan en los US$165.000 más 60 cuotas de US$6427; en segunda fila a partir de los US$90.000 más 60 cuotas de US$3500 y finalmente los lotes más alejados, desde US$60.000 y otras 60 cuotas a US$2333. 

Otro emprendimiento emblemático a raíz de su ambiente “cool” y sus arenas finas: Punta Gorda, entre Carmelo y Nueva Palmira, la iniciativa de Federico Bonomi, uno de los fundadores y dueños de la marca de ropa Kosiuko, con lotes de 2000 m² y casas en pendiente con salida a la playa. La arquitectura tiene mucha madera y piedra autóctona y mucho menos cemento.

Por otro lado, una casa de segunda mano va de los US$300.000 hasta los US$3 millones, dependiendo de la vivienda en cuestión y de las dimensiones del terreno.

El Balneario Zagarzazu, ubicado a siete kilómetros al norte de la ciudad, que no solo cuenta con playas de arenas blancas, sino que además el río tiene una profundidad muy segura para toda la familia, es otro de los ejemplos acerca del agua y la playa como grandes atractivos. Se trata, en concreto, de un proyecto entre pinos y médanos con terrenos de alrededor 500 m², en un balneario que es abierto, pero seguro, con una población estable y casas de fin de semana. El valor de los lotes arranca en los US$30.000.

Carmelo, en crecimiento

En primer lugar, y al estar ligada indefectiblemente al río, vale subrayar la trascendencia de su puerto de yates. En este sentido, la decisión de profundizar su calado a través de dragados insta a que se visite la ciudad. Y también está el aeropuerto, en relación con la infraestructura que se ha incrementado y mejorado a lo largo de los últimos años.

Otra de las causas que explica el ascenso de Carmelo se vincula con lo macro, Uruguay desde hace décadas ha ganado terreno entre los inversores argentinos, ya que se diferencia por ser un mercado sólido, con seguridad jurídica, crecimiento económico, una inflación del 7% anual sostenida a lo largo de 20 años y un amplio acceso al crédito de largo plazo.

En este sentido, y así lo destacan todas las fuentes, otro gran impulsor del mercado inmobiliario de todo el Uruguay, en general, es la vigencia de la ley de Vivienda Promovida, la cual permite la exoneración de impuestos a las rentas generadas de los alquileres y el impuesto al patrimonio por 10 años, aumentando el atractivo para inversores.