El equipo rosarino que sigue la pista de la cura de la artrosis

Es el presidente del capítulo latinoamericano de la Asociación Americana de Medicina Ortopédica (AAOM) por sus siglas en inglés, y ahora fichó un espaldarazo clave para escalar sus métodos con miras a mejorar los tratamientos actuales de medicina regenerativa y como máxima alcanzar la cura de males tales como la artrosis, que hoy, aunque puede aliviarse, no se logra eliminar  totalmente del cuerpo. 

Se trata del médico Gastón Topol, quien lleva las riendas de Dharma Bioscience, una startup nacida en Rosario que es de las primeras en ser invertidas por el fondo SF500, que tiene como jugador de peso al Grupo Bioceres y en menor escala al Gobierno de Santa Fe.

“Ya llevamos varios hitos sobre nuestras espaldas, pudimos demostrar que en una persona viva se puede hacer crecer cartílagos y nos apalancamos en esa experiencia y esos trabajos para ir un paso más allá”, precisó Topol, en contacto con Punto biz, justo después de un encuentro con la prensa en el que los primeros desarrollos en los que invierte SF500 pudieron relatar los detalles de sus trabajos.

La firma naciente es un desprendimiento del Instituto Dharma que funciona en calle 1° de Mayo al 800 y que lleva dos décadas haciendo tratamientos para contrarrestar patologías degenerativas como la artrosis. “Llevamos hechas unos 25.000 procedimientos y el haber detectado que se puede regenerar cartílago nos permite imaginar un plan de escalado para incorporar al organismo mediadores químicos propios o sintéticos para mitigar los efectos de la enfermedad”, precisó.

El aporte del SF500 que es inicialmente de u$s250.000 con chances a que la firma participe de una segunda ronda, será fundamental para encarar un mapa que permita conocer el impacto de un tratamiento con mediadores químicos sobre una articulación con artrosis.

“Estamos en una carrera a nivel mundial para ver quién o quiénes pueden regenerar cartílagos con artrosis y en esa competencia nos queremos colar. Yo estoy seguro que existe una solución. Si ya hay casos de regeneración en proporciones chicas, nos resulta oportuno trabajar con una alternativa que posibilite una escala mayor”, ambiciona Topol.

El objetivo inmediato 

La hoja de ruta inicial de Dharma Science tiene un plazo máximo de dos años en el que esperan tener un formulado capaz de ser probado en pacientes. “La estrategia es la recrear los mediadores químicos que un paciente genera como el plasma o las células madres de manera sintética para que en un futuro no muy legajo una persona compre una ampolla rellenada y el médico se la inyectó en la articulación”, indicó Topol. El profesional lleva años haciendo tratamientos en base, por ejemplo, la extracción del líquido sinovial de la rodilla de un paciente, donde encuentra muchas veces el mediador químico que dicha persona necesita para contrarrestar los efectos de la artrosis.

Más presencia de la región

Además de la inyección de fondo para Dharma Science, este martes SF500 anunció el apoyo a otros tres proyectos, donde se destaca el de Wonder, iniciativa nacida en el Instituto de Procesos Biotecnológicos y Químicos de Rosario, que pertenece a Conicet con el que los socios Martín Vasquez y Martina Uthurralte intentan crear un sustituto bio del cuero vacuno a partir de los hongos y el orujo vitivinícola. La iniciativa fue publicada en octubre de 2021 por Punto biz.