Sin la plata del campo, la construcción empezó a ir para atrás en Rosario 

El enfriamiento de la economía empezó a impactar en la actividad productiva y hay sectores que ya sienten el golpe. La falta de dólares provenientes del campo, como consecuencia de una sequía récord que traerá pérdidas millonarias a la economía argentina, frena nuevas construcciones en Rosario. De acuerdo a datos difundidos por la Municipalidad de Rosario, los permisos de edificación otorgados en la ciudad en el mes de mayo, reportan una caída del 14,1% con relación al año pasado. La cifra marca un punto de inflexión, dado que en el informe de abril, las superficies aprobadas presentaban un incremento de 13,5% al comparar con el mismo mes de 2022. Esa tendencia comenzó a cambiar en mayo. 

“Evidentemente es más bajo el volumen de metros cuadrados de los permisos, y no sólo de un mes determinado, el acumulado de los cinco primeros meses del año respecto a igual periodo de 2022. El dato es elocuente, contra eso no hay análisis que hacer. Puede deberse a varias cosas que atentan contra nuevos proyectos inmobiliarios, como la alta inflación y la incertidumbre ante un cambio de gobierno”, analizó en diálogo con Punto biz Rubén Llenas, gerente de la Cámara Argentina de la Construcción. El informe de "Permisos de edificación" que publica mes a mes el Municipio se trabaja en base a información provista por la Dirección General de Obras Particulares de la Municipalidad de Rosario, área responsable de autorizar la ejecución de obras privadas en el ejido de la ciudad. 

Según los números duros, por el contrario a los datos de abril, en el mes de mayo se produce una reducción del 57,0% de permisos otorgados. En la comparación con el acumulado anual para el mismo periodo de 2022, la reducción en superficies aprobadas es de 14,1%. Una característica que se sigue destacando es que las superficies autorizadas corresponden en alrededor de un 90% a obras de viviendas (89,0% del total se clasifican en uso residencial). En cuanto a los permisos otorgados siguen siendo bastante menores que los de mayo de los dos años anteriores.

Y si la comparación es con el promedio histórico del mismo mes (valores promedio mensuales de los últimos 10 años pre-pandemia), se observa que la construcción se mantiene por debajo de dichos valores en cuanto a cantidad de permisos (60,5% menos), así también la superficie total otorgada es casi un 60% menos (59,3%). “Hay que tener en cuenta que además en nuestra zona de Rosario y entorno, por la sequía, va a haber u$s5.000 M menos este año por la merma de la cosecha y respecto a esto no olvidemos que la inversión en obra privada proviene en gran medida de los excedentes del agro”, apuntó Llenas, sobre las razones que ayudan a describir el fenómeno.

Pese a que hay zonas de Rosario que reportan más actividad de nuevas construcciones como el macrocentro o la zona oeste, lo cierto es que la cuenta final da para atrás. "La gran causa de toda esa caída es básicamente la crisis económica que hay en la Argentina, la alta inflación y la suba de los precios. Obviamente que otro factor que golpea es la sequía extraordinaria que tuvimos en la región ya que el campo es un sector importantísimo en el mercado inmobiliario", opinó Mariano Shor, presidente de la delegación local de la Cámara de la Construcción.

El escenario es complejo para la industria de la construcción. Al sobrestock de unidades en venta y la demanda paralizada se le suman las trabas para importar insumos que terminan extiendo los plazos de construcción. Tal es así que muchos desarrolladores trasladaron sus proyectos a otras plazas más rentables como Paraguay y Uruguay.