Precios Justos: negocian nueva pauta de aumentos en electro y línea blanca

Un clima de tensión caracteriza las negociaciones entre las empresas de consumo masivo y el Gobierno. Los encuentros que tuvieron -y están teniendo- buscan llegar a un consenso sobre los ajustes de precios, en línea con la nueva pauta de aumentos establecida tras las Paso. 

Se centró la atención en los rubros que habían acordado un congelamiento de precios, entre ellos el de la electrónica. La Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (Afarte) había asumido el compromiso de mantener los precios de sus productos hasta el 15 de agosto. Sin embargo, una devaluación del 18% sumada a un impuesto del 7,5% sobre la importación de bienes impulsaron subas que en muchos casos han superado el 30%. Esta situación repercutió en las cadenas de retail y en las tiendas online de estas empresas.

En el caso de Afarte, la convocatoria a negociar llegó con posterioridad a la suba de precios. Sin embargo, son recurrentes las exigencias oficiales para retrotraer aumentos, lo que motivó a la industria a mantenerse firme en una propuesta de suba de un 25% promedio, que es lo que aumentaron las compañías tras la devaluación, dijeron fuentes del sector.

“El atraso desde el 31 de mayo alcanzaba al 45%, ya que a la devaluación, se le sumó el impuesto del 7,5% y luego la inflación de los meses de congelamiento (junio-julio y mitad de agosto). La propuesta que se le presentó, y que se acordaría, implica aumentar 25% sobre los precios al 31 de julio y mantenerlos hasta el 31 de octubre”, afirmó fuentes a Infobae. Este acuerdo regiría para aires acondicionados, televisores y celulares, los tres productos principales que se fabrican en Tierra del Fuego. Pero esta misma propuesta es la que les planteó Comercio a las empresas de línea blanca, que también firmarían el respectivo convenio en los próximos días.

La devaluación y el impuesto a la importación afectaron directamente a la industria electrónica, que tiene una fuerte dependencia de las compras en el extranjero. La suba del dólar y los costos relacionados con la importación empujaron a las empresas a aumentar los precios de sus productos para mantener la viabilidad económica.