Consultora que asesoró a acreedores de Vicentin reestructura deuda de Surcos

La empresa productora de agroinsumos Surcos contrató a la firma Columbus IB como asesor financiero exclusivo para llevar adelante la reestructuración de su deuda, en un intento por superar la crisis que atraviesa.

La consultora, con sede en Buenos Aires y con más de 30 años de experiencia en el mercado, será responsable de revisar los flujos de caja proyectados de la compañía, adaptándose a la nueva realidad del mercado y los desafíos específicos que enfrenta, según se comunicó a la Comisión Nacional de Valores (CNV).

En un comunicado, Surcos detalló que recientemente mantuvo una reunión con inversores y acreedores en la que explicó las causas de su incumplimiento y las acciones que está tomando para superar la difícil situación financiera. Durante este encuentro, la empresa presentó a Columbus IB como su nuevo asesor.

La firma tiene un largo historial de trabajo en reestructuración de deudas, con clientes de diversos sectores como el energético, tecnológico y de bienes de consumo. Entre sus casos más destacados se incluyen los asesoramientos a empresas como Village, Grupo Albanesi, BGH, Longvie, y 360 Energy, entre otros. En 2020, Columbus también fue contratada por los acreedores de Vicentin, incluyendo instituciones de renombre como la Corporación Financiera Internacional (CFI), Natixis y Rabobank.

Con una sólida trayectoria en el asesoramiento financiero y en procesos de fusiones y adquisiciones (M&A), Columbus IB trabajó con compañías globales en distintos rubros, como GeoPark, Petroperú, y Petroquímica Río Tercero, además de realizar asesorías estratégicas en procesos de compra, venta y fusión de empresas, como en el caso de Club Hotel Catedral y Janis.

En 2018, Columbus se fusionó con Zuma, una firma especializada en banca corporativa y wealth management, lo que consolidó aún más su posición en el mercado financiero. En 2024, Columbus fue absorbida por Valo, el banco presidido por Juan Nápoli (las operaciones conjuntas comenzaron el 1° de enero pasado), lo que permitió a la firma seguir ofreciendo sus servicios financieros bajo un nuevo marco institucional.

Surcos, por su parte, enfrenta una situación financiera delicada. Con un pasivo superior a los $100.000 M, más de la mitad de sus obligaciones son financieras, mientras que un 14% corresponden a pagarés bursátiles y el resto a deudas bancarias. La mayor parte de estos compromisos tiene vencimientos a corto plazo, lo que complica aún más su capacidad de pago.

La compañía también detalló que sufrió varios embargos, primero por parte de un proveedor comercial de Serbia, que afectó sus cuentas bancarias, y luego por una deuda con el Banco Galicia. Esto generó que Surcos no pueda disponer de sus cuentas bancarias ni realizar transacciones habituales, lo que ha impactado gravemente en sus operaciones, incluidas las liquidaciones de exportaciones e importaciones.