Frigorífico terminó planta kosher y ahora va por más capacidad de faena

Aunque acusan recibo de la coyuntura y aseguran que la sequía generó una dinámica que redundará en falta de animales para la próxima zafra, desde la base en Carcarañá del frigorífico Mattievich mantienen una fuerte dinámica de inversiones desde el 2020. A la puesta a punto de nuevas áreas de congelado con capacidad de 2.000 toneladas bajo tecnología cartón freezer para exportar principalmente a China, hace pocos meses terminaron otra obra clave: una planta nueva con 2.000 m2 cubiertos para el mercado kosher y van por más. Ahora apuestan a incrementar un 25% la capacidad de faena.

Desde la reapertura del complejo fabril en 2018, muchas de las inversiones del holding Mattievich estuvieron enfocadas en las instalaciones de Carcarañá que estuvieron muchos años bajo llave y el proceso continúa, ahora enfocado en incrementar el volumen de procesamiento de hacienda. “Estamos con una obra detrás de la otra y lo que se viene ahora es agrandar el parea de faena. Hoy estamos procesando 550 animales diarios y el plan es llegar a los 800 aproximadamente para ello haremos una inversión de u$s2 M en la planta”, precisó Emanuel Mattievich, hijo de José Mattievich quien durante décadas manejó las riendas de la firma que de a poco van pasando a las nuevas generaciones.

En Carcarañá Mattievich procesa carne con marca propia con destino de exportación incluyendo el régimen de cuota Hilton. “En el mercado internacional venimos operando en un 90% de capacidad ayudados por la multiplicidad de destinos con los que operamos: China, Estados Unidos, Brasil y la Unión Europea, al margen de estar trabajando fuerte con los subproductos”, indicó el joven empresario en contacto con Punto biz.

“Como para mercado interno nuestras plantas operan con contratos de fason aprovechamos muchos los despojos de la faena. Tenemos una planta de rendering y cocinamos hueso y grasa y ahí comercializamos harina de carne y cebo líquido. Con estos productos estamos arrancando a exportar a China y Vietnam, donde mandamos harina y cebo para Brasil y Uruguay, además de estar certificando la planta para que nuestro cebo pueda ser empleado en industrias del biodiesel”, enumeró.

Volviendo a Carcaraña, los Mattievich esperan que el Senasa pronto habilite la planta de procesamiento kosher que ya está terminada. “La dejamos lista en mayo y ya cumple con todos los requisitos religiosos, falta que se finalicen una serie de trámites ante la autoridad de sanidad animal pero se trata de una central de operaciones de última tecnología con capacidad para recibir 200 animales por día”, mencionó.

“Entre los elementos que más innovación aportan está el saladero con seis cámaras frigoríficas que son duales, capaces de enfriar la carne o congelarla especialmente para las variaciones de demanda de mercados como el chino”, sumó Mattievich sobre la obra que demandó una inversión de otros u$s2 M.

Respecto del comportamiento del mercado, como otros operadores en la cadena de valor bovina aseguran “que se espera sobre todo un año y medio complicado en materia de abastecimiento de animales”. “Estamos detectando el arrastre de estos tres años de sequía y como hubo mucha liquidación anticipada de animales, ahora van a faltar terneros, por ende también habrá escasez de novillos. Para colmo hay que sumar el fenómeno del aumento en el precio del maíz que impactan en los feedlots y dan vuelta los números de rentabilidad. Es un panorama complejo”, puntualizó.