Paralizan un edificio que tenía los papeles en regla

La Municipalidad de Rosario cambió las reglas de juego con permisos de edificación al revocar una veintena de proyectos que previamente habían sido autorizados, lo cual despertó la alarma entre empresarios del sector porque podría significar la sepultura para más de 200 iniciativas localizadas en el macrocentro. 

Un caso testigo es el de la constructora Lewis Gibbons, que presentó un pedido de reconsideración ante la Secretaría de Gobierno por un edificio localizado sobre el Pasaje Saguier, en el cual se exponen severos desmanejos en la tramitación por parte de varias áreas de la administración comunal.

En Rosario rige que los permisos de demolición y de edificación caducan a los seis meses de ser extendidos, si las obras no comienzan a ejecutarse. Pero en la práctica esa restricción jamás se aplicó, y existen centenares de casos que lo verifican.

Antes de comprar un predio apto para construir, los desarrolladores verifican ante autoridad municipal que el predio sea apto en términos de permisos, y eso hizo Lewis Gibbons, obteniendo un “visado previo” que garantizaba las posibilidades de construir.

El predio de Pasaje Saguier 347 obtuvo ese visado y también el permiso de demolición que se requería para derribar la vieja edificación por entonces allí existente, y con ese paso la constructora se puso manos a la obra. 

A partir de allí se desató un juego de presiones para frenar la obra, que trae al recuerdo lo que pasó una década atrás con el edificio Aqualina, cuya construcción incomodó a algunos vecinos ilustres y con fuertes vínculos con la Justicia, al punto de intentar frenar la obra en los Tribunales, lo cual fracasó. A diferencia de aquella vez, ahora se menciona la existencia de un tráfico de influencia que transita exclusivamente por las oficinas públicas. 

Según relató a punto biz el abogado Luis Carello, que patrocina a la constructora, “una carta firmada por supuestos vecinos, que nunca acreditaron su condición de tales y a quienes ni siquiera se les pidió reconocimientos de firmas, requirieron ante la dirección de Obras Particulares la caducidad del permiso. Lo que siguió es una cadena de enredos.

-Obras Particulares primero suspendió el permiso, pero luego, ante un pedido de la constructora, dio marcha atrás.

- Los vecinos recurrieron al secretario de Gobierno Fernando Asegurado, quien en un trámite exprés volvió a aplicar una suspensión.

-En el interín la empresa pidió un nuevo permiso y se lo dieron, pero Asegurado extendió la suspensión. 

El dato cierto es que la obra está paralizada desde hace dos meses y también es cierto que el edificio del Pasaje Saguier dejó de ser el único afectado por el cese de los permisos. Según Carello, “aunque este edificio siempre estuvo en regla, para justificar lo que se hizo la Municipalidad procedió a dar de baja otros 20 que sí tenían vencido, aunque en todos los casos son edificaciones alejadas del macrocentro”.  

A raíz de este caso Asegurado dictó la resolución Nº 100 que impone remitir casos como este para la consideración de las áreas de Planeamiento y Asuntos Jurídicos. “Es un mecanismo como para decirle sí a unos y no a otros”, advirtió Carello. 

El caso del Pasaje Saguier hizo sonar la alarma en colegios profesionales y cámaras empresarias, que pidieron una reunión a la intendenta Mónica Fein para que intervenga en el asunto.