Acreedores granarios de Vicentin arman Plan B por si se cae el concurso

Un grupo de 72 acreedores granarios de la cerealera Vicentin impulsan un proceso de cramdown, una fórmula que permite presentar propuestas alternativas a las de la empresa concursada antes de que todo termine en una quiebra. Y para llevar adelante las tareas contrataron como agente financiero al UBS Investment Bank.

La propuesta concursal de Vicentin está en veremos, el juez del concurso, Fabián Lorenzini, rechazó por “abusiva” la semana pasada una propuesta  oficializada por la agroexportadora, que contempla el ingreso de tres nuevos socios -Asociación de Cooperativas Agropecuarias (ACA), Molinos Agro y Vitterra- y un plan de pagos de las acreencias dolarizadas a 15 años con una quita del 70%. 

Luego de una primera negativa Vicentin se avino a reestudiar la iniciativa, pero corre a contrarreloj para resolver el tema. Es que el plazo de exclusividad vence el próximo 16 de diciembre. El juzgado podría volver a extender los plazos pero quedó claro que para que ello ocurra la cerealista y las tres empresas interesadas en comprarla deberán sacarle punta al lápiz. 

Los acreedores granarios tienen un 25% de las acreencias granarias y su referente más conocido es la familia Grassi, titulares de la corredora Grassi SA. Plantean uns solución alternativa en el marco del concurso para evitar la quiebra y/o desguace “que “son un golpe al corazón de la cadena del agro”. Además de la mencionada sociedad, figuran empresas como La Clementina, Gear, Granar, Ortega Hermanos, La Constancia Agro SA, que desde el año pasado vienen promoviendo causas penales contra los directivos del Vicentin y proponiendo la salida por completo de la escena de sus accionistas. El año pasado propusieron un plan de capitalización con abastecimiento de granos para quedarse con la compañía que incluía aportes del Estado para capitalizar la firma. Ahora la apuesta es que aparezca un inversor estratégico de la mano de los bancos acreedores para acceder al control de Vicentin.

“Entendimos siempre, que en una empresa en la situación de Vicentin, el aporte del sector proveedor de granos era determinante para la continuidad de la misma y que los “granarios” debían ser cuidados y respetados si, verdaderamente, se perseguía la restauración de la cadena comercial y el bienestar del agro argentino”, dijeron los acreedores granarios.

“Nuestras charlas con los principales grupos damnificados comenzaron a principios del año 2020 y hemos construido un entendimiento y respeto mutuo. Comprendiendo las limitaciones e intereses de cada una de las partes, desarrollamos un modelo de negocio virtuoso, que permite pagar a los acreedores granarios la totalidad de sus acreencias, medidas en la moneda de la cadena, y con ello construir el motor para la continuidad de la empresa, para el mantenimiento de los puestos de trabajo y, para la obtención los recursos necesarios en una reestructuración del pasivo”, agregaron en un comunicado.

En ese texto los acreedores granarios indicaron sobre lo que impulsan: “Nos encontramos en plena tarea y esperamos poder comunicar los avances en corto plazo”.