La hidrovía divide aguas en el frente portuario provincial

Mientras el gobernador Maximiliano Pullaro prepara las valijas para emprender un nuevo viaje a Buenos Aires e intentar retrotraer la decisión de la Administración General de Puertos (AGP) de cesar con el dragado en el tramo Timbúes-Santa Fe de la Vía Navegable Troncal (VNT), la definición nacional puso a prueba la consolidación de un frente productivo común que había logrado constituir en parte el gobernador luego de asumir en la Casa Gris.

Es que mientras el establishment de la capital provincial salió a repudiar la resolución confeccionada en Buenos Aires que dejará de mantener la profundidad de la Hidrovía en 25 pies desde el Gran Rosario hasta los muelles de la capital santafesina, las entidades ligadas a la producción en la Cuna de la Bandera se llamaron a silencio, al menos por el momento. 

Es que las terminales portuarias privadas del sur de la bota, en el mismo comunicado en el que la  AGP confirmó que limita la profundización hacia el norte, lograron un guiño de la administración central a un planteo que venían solicitando hace tiempo: que se equipare el peaje de los cinco puertos privados ubicados en Timbúes al resto de la infraestructura portuaria cercana a la ciudad de Rosario. Dicho planteo también fue eje central del reclamo de otras instituciones de peso con sintonía importante con la Casa Rosada, tal el caso de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

“Por el momento no hay definición oficial desde la entidad”, contestaban este lunes desde los pasillos del edificio de Córdoba y Corrientes, hecho que revela que por ahora la centenaria institución que en su festejo aniversario recibió la visita del presente Milei por el momento no tiene intención de alinearse con el lobby empresario de la capital santafesina.

Otra entidad gremial empresaria con gravitación en las definiciones ligadas a la Hidrovía es la Cámara de Puertos Privados que aglutina a las agroexportadoras afincadas en la ribera del Paraná tanto al norte como al sur en el área metropolitana de Rosario. El titular de la entidad, Luis Zubizarreta, a título personal celebró “que se incorporen los 10 kilómetros que faltaban hasta Timbúes al sistema”.

“No tenemos una postura oficial”, confirmó Zubizarreta en contacto con Punto biz, aunque aclaró que de acuerdo a su mirada “el dragado de Timbúes a Santa Fe no tenía sentido teniendo un coste de alrededor de u$s25 M al año con un tráfico de buques casi nulo y pudiendo moverse el flujo de barcazas con un costo infinitamente menor”.

Del otro lado de la grieta quedó el lobby prontuario de Santa Fe Capital. En esa vereda también está la Bolsa de Comercio de Santa Fe (BCSF) que en otros temas viene trabajando en línea con la BCR. En lo concerniente a la logística fluvial, está hoy más claro que se mueven con andariveles divergentes.

La bolsa santafesina fue anfitriona este lunes de un cónclave empresario que tuvo a la secretaria de Transporte provincial, Renata Ghilloti, como figura gubernamental más representativa, para alinear una acción conjunta. De esa mesa salió surgió que sea el propio Pullaro el que gestione en Capital Federal la marcha atrás en las definiciones del dragado. Este miércoles, a las 13, el mandatario santafesino se reunirá con la cúpula de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables, aunque también solicitó audiencias con el ministro del Interior, Guillermo Francos; y con el ministro de Economía, Luis Caputo.

“La decisión nacional complica de lleno la proyección del Puerto de Santa Fe. Nosotros hoy contamos con una terminal de combustibles, en su momento hecha por YPF y ahora controlada por Raizen, que tiene la representación de Shell en la Argentina. Esa infraestructura almacena 65 M de litros de combustible que llegan no por barcazas, si no que lo hacen vía embarcaciones con más volumen que en una hidrovía con dragado natural podrían experimentar severas dificultades para operar”, expresó en contacto con Punto biz, Daniel Cura, titular del Puerto de Santa Fe.

De hecho el directivo expresó que en la actualidad con la evidente bajante del Paraná ya se registran problemas. “A la altura de Diamante hay un capitán de buque que hace algunas horas nos confirmaba que ya había dificultades para mover embarcaciones”, añadió Cura. Además de los barcos de combustibles, a los muelles capitalinos arriban buques cerealeros de mediano porte que cargan grano en la terminal que el puerto santafesino volvió a activar en los últimos meses. Dichas naves luego transfieren la carga a buques marítimos en la zona del Gran Rosario. Al margen de este flujo, todo el resto del transporte fluvial es vía barcazas que no experimentarían dificultades de movimiento con menor dragado.

Precisamente es ese mismo flujo el que lleva al establishment rosarino a no tomar posición, sacar los pies del plato y por el momento alejarse de cualquier chance de acompañar el reclamo de los actores económicos del centro-norte de la bota.

En el mientras tanto, Cura se apalanca en el acompañamiento del resto de los puertos públicos de la provincia. “Hay alineamiento con los otros muelles de gestión pública en Santa Fe -Rosario, Villa Constitución y Reconquista- con quienes hablamos a diario y sabemos que es necesario gestionar en conjunto para hacer crecer la logística fluvial de la provincia. Con representantes de la Bolsa de Rosario y de la Cámara de Puertos Privados hasta el momento no tuvimos contacto”, aclaró el titular del Puerto de Santa Fe.