APE o concurso preventivo, ¿qué le conviene a Vicentin y a sus acreedores?

Las agujas del reloj siguen marcando su paso y Vicentin encuentra cada día más complicada su situación. La presentación del primer pedido de quiebra en su contra supone una nueva piedra en el zapato para la cerealera, que venía enfocando todos sus esfuerzos en lograr un Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE), aunque por ahora no cosechó demasiadas adhesiones.

En este marco, Punto biz consultó a diferentes especialistas en procesos judiciales y crisis de empresas, para indagar qué margen tiene la compañía y cuáles pueden ser los diferentes escenarios posibles de cara al futuro.

El dilema para Vicentin es bien claro: continúa con su estrategia de lograr un APE o solicitar el concurso preventivo. El primero ofrece mayor flexibilidad, pero requiere velocidad para no seguir exponiéndose a pedidos de quiebra o embargo. El segundo congela cualquier medida judicial en su contra, pero tiene mayores costos y estira los tiempos.

Jorge Robiolo, perteneciente al estudio jurídico que comandó el proceso de homologación de APE para la corredora BLD, indicó que "la complejidad de cada situación obliga a no apresurar opiniones sobre la conveniencia de una u otra alternativa, pero pero sí son claras las ventajas y desventajas de cada una, tanto para la empresa como para los acreedores".

El profesional dijo que Vicentin se enfrenta hoy a una carrera contra el tiempo, donde en el caso de seguir por el camino del APE "la gran necesidad es la velocidad, para que en 60 o 90 días puedas tener las conformidades", ya que en ese plazo un pedido de quiebra puede llegar a resolverse.

"Si logra aprobar el APE, se inhiben los pedidos de quiebra. Pero si antes le corren traslado el pedido de quiebra la empresa tiene que depositar el dinero porque sino le dictan la quiebra, directamente", explicó por su parte el abogado Marcos Peyrano, del estudio Peyrano & Ravena Servicios Juridicos.

Por ahora, Vicentin se enfocó exclusivamente en lograr las adhesiones legales que requiere el APE (dos tercios del pasivo quirografario total), pero más allá de alguna manifestación pública en el aire no aparecieron las muestras de tener éxito. Diversas fuentes señalan que la cerealera tiene posiciones muy duras y poco flexibles, lo que complejiza el arribo de acuerdos.

Punto biz ya había consignado que entre los brokers y estudios jurídicos contratados para la ocasión, circularon quejas sobre las dificultades de tomar decisiones dentro de una empresa que sigue siendo familiar y solo parcialmente profesionalizada. "Es muy difícil arribar a acuerdos con la premura que se requiere", había dicho en off un referente de la actividad.

En medio de este complejo panorama, los acreedores también mueven sus fichas. Mientras que aquellos que tienen créditos más chicos les cierra la propuesta de APE (porque cobrarían en un pago el total de su deuda), los más grandes lo miran con recelo y prefieren ir por otras vías.

"Si el APE resulta más conveniente que esperar una mejor propuesta dentro del ámbito de un posible concurso, con la dilatación de los tiempos que supone, cada uno lo analizará individualmente," dijo por su parte el abogado Federico Tjor, integrante del estudio Golber & Asociados.

Según estimó Robiolo, el concurso preventivo puede llevar inicialmente de 1 a 3 años. "Se trata de un proceso más rígido, donde el plazo de tiempo es largo, por la verificación de créditos, que suele ser un sistema pesado con muchas impugnaciones", dijo.