Sólo 3 de cada 10 mujeres ocupan puestos directivos en Argentina

Un nuevo aniversario del Día Internacional de la Mujer puso sobre la mesa de discusión el rol de las mujeres en industrias de alta demanda como la de la tecnología y las comunicaciones.

Las investigaciones muestran que las mujeres controlan o influyen en el 85% del gasto de los consumidores. Es lógico que, en este sentido, las mujeres puedan aportar cada vez más conocimientos a nuevas ideas y al diseño de productos y soluciones.

El mercado del gaming que durante años estuvo dominado por los hombres es un ejemplo de ello. Con la llegada de los juegos móviles, los desarrolladores comenzaron a diseñar productos pensando en las mujeres. Para 2018, el mobile gaming era un mercado de $70.3 mil millones, y se relevó que el 63% de los jugadores eran mujeres y niñas.

Otro buen ejemplo es el creciente mercado de productos femtech orientados a la salud y el bienestar femeninos. Se proyecta que este mercado tendrá un valor de $60 mil millones para 2027.

Ahora bien, más allá de la evolución y mayor presencia de las mujeres en mercados que eran principalmente masculinos, de acuerdo con la Unesco, sólo el 30% de las mujeres que eligen una carrera universitaria deciden estudiar temas relacionados con Ciencia, Tecnología, Ingeniería Matemáticas (STEM por sus siglas en inglés). Más aún, según el Banco Mundial, en América Latina menos del 10% de las personas que egresan de carreras STEM son mujeres.

En el mundo corporativo, en Argentina, el porcentaje de mujeres en dirección empresarial llega al 30%, según cifras de Grant Thornton, y 1 de cada 3 pymes es liderada por mujeres.

De acuerdo con Janeth Rodríguez, el camino para convertirse en la actual directora de Alianzas y Partnerships para LATAM de Infobip no habría sido posible sin el apoyo y confianza de mentores.

“Tuve una experiencia laboral que me marcó mucho. Se trató de una mentora que, aunque fue muy estricta, me enseñó algo que valoro muchísimo: la habilidad de predicar con el ejemplo. Ver cómo se desenvolvía con clientes, la seguridad y las palabras clave en momentos de negociación. OTEAR, es la palabra que utilizaba. Debemos ser capaces, por más que el día corra rápido, de detenernos, respirar y otear, solo de esa forma sabremos qué repetir, que mejorar y qué abandonar”, comentó Rodríguez.

A la hora de dar una recomendación a adolescentes y mujeres jóvenes que quieren comenzar estudios superiores en STEM para dedicarse al sector en el corto plazo, la ejecutiva recomienda: “No tener miedo. No existen carreras para mujeres o para hombres. Hay que romper ese mito.