El tema de los trapitos llegó a la Legislatura, ¿qué plantea el proyecto?

La actividad de cuidacoches o “trapitos” es un tema de larga discusión en los Concejos municipales de Rosario y Santa Fe, que sigue sin brindar soluciones a los vecinos. En la ciudad capital fue el propio intendente, Emilio Jatón, quien reconoció que la ordenanza aprobada en el 2019 (pretendía ordenar la actividad mediante la creación de un registro de cuidacoches) “es inviable”.

Con similitudes al proyecto presentado en el 2018 en el Concejo de Rosario y que nunca pudo ser aplicado, además del registro, se preveía una credencial habilitante y un chaleco identificatorio. “Cuando llegó el momento de pedir el libre antecedente penal, la mayoría no pudo presentarlo”, resaltó Jatón.

Actualmente el legislativo local rosarino debate entre dos posturas. Por un lado, prohibir la actividad, iniciativa del edil Miguel Tessandori, cuyo proyecto de ordenanza prevé que el Estado municipal sea el actor a la hora de denunciar, “algo que no contempla el Código de Convivencia, que establece que el denunciante tiene que ser el vecino”, resaltó el autor de la iniciativa.

Por otro lado, regular la actividad, proyecto del concejal Ciro Seisas, que busca imitar lo que la cooperadora del Hospital Alberdi hace en la Rambla Catalunya, es decir, crear la figura del “cuidador social” y darle el control del estacionamiento en distintos sectores de la ciudad a instituciones benéficas sin fines de lucro.

En Santa Fe aún está pendiente la realización de una audiencia pública en el Concejo para debatir el problema con las instituciones y los vecinos. Como cabeza del debate está el proyecto del concejal Sebastián Mastropaolo que busca prohibir la actividad, estableciendo sanciones económicas, trabajo comunitario y hasta 15 días de arresto. Inclusive, para los inspectores que omitan aplicar la sanción.

Una norma provincial: ¿La solución?  

En la última sesión de la Cámara de Diputados, el legislador Sergio Basile presentó un proyecto para agregar un artículo (89 bis) al Código de Faltas (Ley 10.703), estableciendo de 10 a 30 días de arresto para los cuidacoches.

Esto se aplica para el “trapito” que, sin acreditar habilitación o permiso de la autoridad competente, “ofreciera o brindase en la vía pública servicios de estacionamiento o cuidado de vehículos y exija una contribución económica de su conductor o acompañante mediante violencia, amenaza o cualquier tipo de intimidación, en forma tal de hacer sentir coaccionada a la persona a la cual se dirige”.

De prosperar esta iniciativa en la Legislatura santafesina, podría brindar un contexto normativo provincial que al menos sirva de “anclaje” para los municipios de Rosario y Santa Fe, en medio de discusiones que llevan varios años.