El crimen del empresario del agro Andrés Blaquier terminó en condena

La muerte del empresario Andrés Blaquier, ocurrida el 29 de octubre de 2022 durante un intento de robo en la provincia de Buenos Aires, desde hoy tiene culpables oficiales: los dos adolescentes acusados fueron considerados autores penalmente responsables de los delitos de "robo agravado por el uso de arma de fuego y por resultar lesiones graves, en concurso real con homicidio criminis causae (matar para lograr otro delito), y por haberse cometido con arma de fuego".

Como los acusados tenían 16 y 17 años al momento del crimen, las audiencias fueron a puertas cerradas. Y no se conoció la pena: una vez que el veredicto quede firme (las defensas pueden apelar), se realizará una audiencia de cesura para que cada una de las partes solicite la pena y el tribunal deberá resolver.

"Estamos en paz por el momento", dijo Elordy apenas salió del juzgado, acompañada por sus tres hijos. "Siento mucho agradecimiento a todos nuestros amigos, a los que vinieron, a los que no nos conocen e igual nos acompañaron, por los que pensaron en nosotros. Han sido semanas muy importantes y siempre estuvieron acá. Son los que nos han sostenido", agregó rodeada de cientos de personas que se manifestaron en la colectora de la Panamericana para acompañarlos.

"Pienso mucho en mis hijos en este momento, que de cierta manera estarán conformes con lo que está sucediendo hoy. Estoy tranquila y siento confianza en la Justicia. Fue un año difícil, de espera, pero siempre estuvimos confiados", analizó. Además, aseguró que "ha sido muy difícil atravesar el juicio" y agradeció "la espera de un año porque dio tiempo". Respecto de los dos condenados por matar a su pareja, pidió: "Espero de las condenas que se cumplan, lo que tenga que ser, la mayor: perpetua".

Los condenados llegaron al juicio alojados en distintos institutos de menores de la provincia de Buenos Aires luego de un intento de fuga frustrado y, uno de ellos, recapturado después de haber logrado escapar del centro en el que estaba alojado.

"Estamos conformes porque de alguna manera la Justicia ha actuado con rapidez", indicó el abogado de la familia de la víctima, Ramiro Salaber.

El tribunal dispuso que los condenados continúen alojados en un régimen cerrado con “modalidad de máxima seguridad”. El miércoles de la semana que viene uno de ellos cumple 18 años y, tras el pedido de Salaber, los jueces solcitaron que ese día sea trasladado a una cárcel del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) destinada a “jóvenes adultos”. Lo mismo ocurrirá cuando el segundo cumpla la mayoría de edad.

El abogado de la familia Blaquier, en diálogo con Clarín, adelantó que apuntará al pedido de prisión perpetua en la audiencia de cesura, algo que describió como "un mini juicio" para definir la pena.

Si bien se mostró "conforme" con la justicia por la "rapidez" del proceso, manifestó su preocupación por un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que impidió la aplicación de la prisión perpetua a menores de edad.

"No estamos pidiendo perpetua por un robo o por algo menor, es un homicidio, una familia que ha quedado destruída. Nosotros vamos a puntar en esa línea", anticipó.

Los aplausos y los abrazos acompañaron a la familia Blaquier y a su abogado luego de que se conociera la noticia. Alrededor de las 12 los aplaudieron cuando llegaron para ingresar a la audiencia.

Como si se hubiera dispuesto una línea imaginaria, los amigos de la familia esperaron de un lado de la calle y del otro los hijos, los más jóvenes y adolescentes, acompañaron a las hijas de Blaquier que decidieron no entrar a la sala junto a su madre.

Fueron apenas diez minutos que demoró la espera entre los que las hermanas lloraron y fueron contenidas por sus amigos.

"Yo no conozco a la familia y estoy acá porque quiero justicia. No quiero tener más miedo de salir a la calle", dijo a Clarín una de las manifestantes, aunque no quiso dar su nombre.

Flameando una bandera argentina al rayo del sol, otra que sí comparte con los Blaquier, agregó: "Para mí esto se resume en que queremos una Argentina sin miedo. Mi hija vive en el exterior y vino de visita. Me dijo: mamá, me había olvidado lo que era vivir con miedo. Y es muy feo eso, triste".

Otra de las mujeres que decidió acompañar a la familia le contó a Clarín: "Todos los días sus hijos están condenados a pasar por ese lugar, donde lo mataron a Andrés. Nosotros también. Es inevitable, siempre mirás o recordás, porque no lo podemos creer. Vivimos con miedo desde lo que pasó. Sobre todo por la impunidad porque era un sábado a la tarde, estaba repleto de gente. Andrés no se resitió: lo mataron como si nada. Eso es lo que uno no puede creer".