Se pusieron el traje de la abuela y vistieron un negocio con estilo retro

Como si hubieran resurgido de épocas pasadas, las hermanas Pay, Aneley y “Chiqui”, son eternas enamoradas de los años 40,50 y 60. Desde muy chicas eligen vestirse de un modo particular homenajeando aquellas décadas y desde entonces se las ingenian para hacer su propios atuendos. Su abuela de 87 años, fue quien las introdujo en el rubro y las alentó a dar sus primeros pasos. Hoy tienen su emprendimiento, La Conga Blicot, un marca de indumentaria vintage que fusiona prendas de sastrería y estampas propias.

“Muchos nos preguntan por el nombre de la marca. Se trata de una canción de Jazz de la artista Joséphine Baker que escuchamos por primera vez mirando una película de Woody Allen. Nos encantó y nos pareció que representa nuestra esencia. Tenemos como premisa modernizar la nostalgia vintage y estamos convencidas que es una tendencia que se viene”, cuenta a punto biz Aneley.

A la hora de crear sus colecciones las chicas se inspiran en clásicos del cine retro y su musa es la música. Eligen prendas con cinturas altas, camisas prendidas hasta el cuello, volados y una paleta de colores donde predominan el negro y los pasteles. El detalle diferencial de la firma son las estampas que ellas mismas crean y plasman en las telas mediante serigrafía.

“Mi hermana Chiqui está a cargo de talleres de serigrafía y yo soy terapista ocupacional. Ambas nos las arreglamos para trabajar en nuestra producción, que es chica, para darle mayor exclusividad a los modelos. Tenemos nuestro taller en casa y allí abrimos las puertas de nuestros showroom para que todo esté a la vista”, detalla Aneley.

Para la dupla Pay el camino ya está marcado. Su objetivo es acompañar una nueva movida que reflota la cultura vintage. Según ellas mismas, esta es una tendencia que se ve en el mundo y que eligen muchos jóvenes rosarinos. Sin embargo, la oferta aún sigue siendo escasa. Lugares alternativos y personalidades que buscan “algo más”, definen su público.