Uber rusa ya mueve fichas en Rosario y cuenta su estrategia

Tras realizar durante enero una fuerte campaña publicitaria, Maxim, la Uber rusa, comenzó a operar, aunque a cuentagotas, en Rosario. Punto Biz pudo constatar que la aplicación de encuentra activa y desoye la prohibición disctada por las autoridades municipales. 

En Rosario todavía no hay una regulación específica para que las aplicaciones de transporte puedan trabajar y los lobbies sectoriales rechazan la nueva modalidad de contratación de viajes. Pero tras la irrupción de Cabify y de Uber, otras apps similares también apuestan a insertarse en el mercado local, aunque las autoridades locales las consideren ilegales. 

Frente a una consulta de Punto Biz,  voceros de la firma de capitales rusos aseguraron que “definitivamente se está prestando el servicio” en Rosario. “Estamos operativos y tratando de que todos los pedidos de viajes recibidos se completen”. Distintos usuarios habían cuestionado que la app se caía al intentar confirmar un viaje. 

Desde la compañía rusa creen en que el servicio es “totalmente legal y protegido por la ley argentina, porque no existen regulaciones respecto de la actividad”. Además, se muestran abiertos a dialogar con la Municipalidad y otros organismos “para poder lograr regular la actividad de las empresas de plataformas.

Pero en el interín no se resignan a dejar de operar. Es que, según señalan, la app no puede ser considerada “una empresa de transporte”, porque se trata de una firma “intermediaria que conecta al usuario con el conductor”. Y en esa línea, Maxim, no cree estar violando normativa alguna.

Aseveran  que funcionan de manera “legal” en Rosario, amparados en el “art. 1280 del Código Civil y Comercial de la Nación”, que regula el transporte entre particulares. Y también, que los vehículos registrados de Maxim “deben circular con seguro y póliza vigente, título o cédula verde, patente vigente, licencia de conducir”, entre otros requisitos.

Actualmente, la ciudad de Mendoza es la única que mantiene una legislación que contempla este tipo de plataformas, mientras que en Rosario la discusión sigue zanjada en la ilegalidad del servicio, algo que, desde la empresa rusa, alegan a “la presión política y sobretodo sindical por parte de los taxistas y remiseros locales”, según expresaron a este medio.

Lejos de achicarse, desde la app desmienten las críticas de taxistas y remiseros que sindican a la firma como una operadora “ilegal” que genera “competencia desleal”. Se fundamentan en el artículo del Código Civil y Comercial que “habilita a que una persona puede transportar a otra a cambio de un pago”, dispararon.