Cambio en ordenanza puede encarecer nuevas construcciones en Rosario

Presentado en el Concejo Deliberante en noviembre de 2018, el proyecto que prevé instalar medidores de agua en cada departamento, local u oficina de Rosario, sigue generando polémica entre constructores. De aquel tiempo a esta parte, la iniciativa, impulsada por el ex edil Horacio Ghirardi, junto al también ex concejal Enrique Estévez y la edila Verónica Irizar, avanzó a paso lento y el Concejo y en la última reunión de la Comisión de Planeamiento, volvió a encontrar objeciones de parte del sector inmobiliario.

“Es razonable que cada edificio cuente con medidores de agua pero la instalación de medidores individuales es sumamente complicado desde el punto de vista técnico y si se instalaran medidores individuales debería ampliarse el diámetro de los caños y las instalaciones en el interior de cada departamento, lo encarecería los proyectos”, explicó el vocal titular de la Asociación Empresarios de la Vivienda (AEV) Pablo Florio, a través de una videoconferencia con miembros de la comisión y referentes del sector. 

De la reunión participaron desde el Salón de los Acuerdos “Dr.Lisandro de la Torre”, la titular de la comisión, María Fernanda Gigliani, de Iniciativa Popular, acompañada por la vicepresidenta, Jesica Pellegrini, de Ciudad Futura-FSP, en tanto por teleconferencia participaron Agapito Blanco, Roy López Molina y Renata Ghilotti, de Cambiemos; Fabrizio Fiatti, de Creo, y Verónica Irizar, del bloque Socialista.

El proyecto original propicia que “todo nuevo edificio de propiedad horizontal que se construya en el ejido urbano de la ciudad de Rosario deberá contar con medidores de agua potable en cada unidad funcional, sean residenciales u oficinas”. En tal sentido, el titular de la AEV, Leandro Rinaldi, expresó que “compartimos el criterio en relación a la necesidad del cuidado del recurso agua” pero con relación a la iniciativa marcó el problema que ello demandaría, por ejemplo sobre espacios en los palieres y el diseño de las unidades habitacionales.

Sí se expresó a favor de la instalación de un medidor por edificio y luego prorratear los gastos a través de las expensas. Acerca del medidor individual estimó que “nos parece que el esfuerzo justifique económicamente la instalación”.

En tanto Gisella Minervino, de la Cámara Argentina de la Construcción, sostuvo el criterio de un medidor por edificio “o si son varias torres uno por cada una y que luego se prorratee el consumo según el plano de mensura de cada departamento”. Agregó que de manera individual es “técnicamente muy complejo, habría más recorrido de cañerías y riesgo mayor de pérdidas de agua”.

Asimismo desde la CAC, Mariano Schort, dijo que “colocar un medidor por departamento hay que sumar un costo adicional al servicio, el de la lectura de cada uno por parte de la empresa Aguas Santafesinas SA (Assa)” y en tal sentido se preguntó si la firma estatal “estaría en condiciones de prestar” la tarea y cuánto personal debería destinar a ello.

El arquitecto Florio expresó que “si sumamos más medidores a las plantas bajas, habría una fachada de medidores”.

La concejala Gigliani, por su parte, no descartó la realización de una reunión conjunta de las comisiones de Planeamiento y de Gobierno para analizar el tema, que quedó en estudio.