Aprovechó la cuarentena para cumplir su sueño y armó una alfajorería gourmet

Desde que se decretó el aislamiento social preventivo y obligatorio, hace ya dos meses, muchas actividades económicas entraron en un parate inesperado que las obligó a reinventarse o morir. En el caso de Magalí Rascovani, una kinesióloga de 25 años, la cuarentena fue la oportunidad perfecta para cumplir un sueño que la acompañaba desde toda la vida.

Yo siempre les cuento a todos que cuando era chiquita, en vez de ver dibujitos yo miraba El Gourmet. Y siempre cocinaba”, le relató a Punto Biz la flamante propietaria de Alfajorería, una propuesta de pastelería gourmet que está deleitando paladares desde hace poco menos de un mes. “En sí era un proyecto que venía pensando desde hace bastante, pero nunca tenía tiempo. Y bueno… ahora tenemos tiempo y arrancamos”.

La acompaña en este emprendimiento su novio, que es profesor de educación física, aunque la mayor parte del proceso creativo pasa por Magalí: “En realidad voy probando cosas, se me ocurren por ahí…”, confiesa. “Tengo un montón de gustos planeados, pero la idea es ir probando uno nuevo por semana o cada quince días y ver cómo reacciona la gente”.

Hasta el día de hoy, cuentan con una oferta de siete sabores diferentes—entre los que se incluyen choco-maní, lemon pie, coco-late y capuccino—que se entregan a domicilio y por pedido dentro del radio céntrico de la ciudad. Sin embargo, el proyecto es mucho más ambicioso: “Quiero cambiar un poco la forma de comer el alfajor”, reveló Magalí, que cuenta que ya están analizando ofertas para vender sus productos por consignación y, en el futuro, quieren abrir un local propio.