Un clásico de Pellegrini bajó la persiana y no pudo ni servir el último chopp

La crisis de la pandemia golpea duro al sector gastronómico y ya son varios los que establecimientos cuya continuidad -aseguran- pende de un hilo. Producto de un parate que lleva más de dos meses, un histórico bar de la Avenida Pellegrini cerró definitivamente sus puerta. Un camión de mudanzas se llevó este martes mesas, sillas, exhibidoras y heladeras de la esquina noroeste de Alem y Pellegrini, donde desde hace más de una década funcionaba el bar Blanco.  

La del bodegón Blanco es una historia particular. La Chopería Blanco Hermanos nace en 1922 en la ciudad de Rosario y es uno de los bares más antiguos que se encuentra en funcionamiento. En el año 2003 la familia Blanco da un paso al costado y decide vender la llave del bar, pero no la propiedad, para así vivir de la renta. En el año 2008, el nuevo dueño, se muda al edificio de la otra esquina, llevándose consigo los muebles, los trabajadores y el nombre. Es decir, hasta la aparición del pandemia había dos bares blancos, y un  largo litigio.

Después de cinco años de trabajo y mientras el local se alquilaba a la familia Blanco, la familia Zampatti -dueños del bar- tomarán la decisión del traslado para seguir funcionando. "El problema que se nos presentó fue que el alquiler que nos pidieron era demasiado alto y nosotros somos una familia de trabajo y no una gran empresa. Mudarnos nos pareció la mejor alternativa, antes que tener que cerrar las puertas", explicó en su momento Vanesa Zampatti, sobre el conflicto que generó luego la apertura de dos bares con (casi) el mismo nombre.

Sin poder abrir al público por la pandemia, el clásico bar que nunca fue amigo del delivery (un paliativo para el sector en estos tiempos) decidió bajar persiana. Conocido por sus chopps de cerveza Quilmes en jarras heladas, la pizza servida en porciones y mozos de vieja escuela que improvisaban la cuenta de su puño y letra en el servilletero, el Bar Blanco deja un vacío enorme en la avenida.