Por suba del dólar, exportadores dejan de prorrogar pagos

Ante la disparada del dólar y la creciente incertidumbre cambiaria, exportadores de granos salieron hoy a recortar plazo de pago de mercadería nominada en dólares que ya recibieron en sus puertos.

“Informamos que no se podrán prorrogar los plazos de pesificación de los contratos más allá de lo pactado en los contratos. Favor les pedimos controlar lo que se encuentra vencido o próximo a vencer y comunicar las pesificaciones al mail cupos.rosario@glencore.com”, señala un comunicado que Glencore le envió esta mañana a sus clientes.

Punto biz consultó a ejecutivos de otras casas exportadoras y la situación no es generalizada aunque se ve la tendencia a apurar pesificaciones. En efecto, hay empresas que están prorrogando sólo las pesificaciones de los contratos más grandes en volúmes, otras que apuran las que se extendieron los plazos más de la cuenta y mientras otras que siguen operando sin cambios. Con todo, que Glencore no extienda las pesificaciones no se trata de un dato menor ya que desde que se quedó con el control operativo de Renova, la aceitera más grande del país, tiene una creciente injerencia en el mercado.

Resulta que en entre los usos y costumbres del comercio de granos en lo que respecta a las operaciones disponibles (entrega física inmediata) están los vendedores interesados en cobrar rápido (“pesificando” en la jerga) según las fechas contractuales, pero también están los que –en acuerdo de partes- prorrogan esa “pesificación” por un plazo mayor a las fechas que figuran en los contratos. Se trata de ventaja comercial que disponen los compradores para hacerse de los granos. El apuro por la pesificación también se registra para los contratos forwards (ventas futura en mercado no institucionalizado) que acaban de entregar la mercadería, y que el productor prefiere difereir porque los pesos le queman en las manos ante la tensión cambiaria y los temores de una nueva devaluación del dólar oficial.

Lo cierto es que entre los exportadores notaron que cada vez más productores (que ya habían entregado esa mercadería disponible o forwards) optaban por esa posibilidad de demorar la “pesificación” por temor a una suba del dólar y para también obtener más pesos. Si bien son los menos, hay casos -contaron a punto biz- de mercadería vendida y entregada el mes pasado que todavía no había sido pesificada y por ende cobrada, en un claro beneficio para el productor. Y por eso ahora –en plena tensión cambiaria- los compradores están ajustando la clavija y buscando no demorar esa pesificación evitándo las prórrogas.