Acusan a la Intendencia por inclinar la cancha en una licitación

La compañía austríaca Kapsch, que opera el sistema de semáforos en Rosario, presentó un pedido de pronto despacho ante la intendenta Mónica Fein, en el último intento por revertir una descalificación que los dejó fuera de carrera en una licitación por unos u$s 10 M para renovar la prestación de los servicios. 

Apoderados de Kapsch impugnaron el procedimiento por la “gravedad y magnitud de los vicios, irregularidades y falencias” que determinaron su descalificación y reclaman la suspensión del proceso de licitación. Traduciendo a palabras sencillas, describen que la Intendencia les inclinó la cancha, al rechazar las mismas credenciales  que habían sido aceptadas en 2012 -cuando ganaron una primera compulsa-, y al desconocer comprobantes complementarios que sí les permitieron agregar a sus competidores. También apuntan que si la exclusión se mantiene los contribuyentes terminarán pagando entre un 15 y 28% más caro el servicio. 

Ante la consulta de Punto biz, desde la Intendencia anticiparon que no habrá marcha atrás, lo cual podría habilitar un conflicto judicial cuando no otra licitación fallida entre las tantas que suman en el Palacio de los Leones. 

Todo arrancó el año pasado, cuando la Municipalidad lanzó una licitación internacional para renovar la concesión de un servicio que Kapsch viene prestando desde 2012. En febrero último se abrieron cuatro propuestas: las de Mantelectric, Autotrol, Ilubaires y Kapsch, pero el municipio sólo validó las de Autotrol -reconocida por sus pantallas gigantes en estadios- y Mantelectric, que desde los comienzos de la gestión socialista viene prestando servicios de alumbrado público. 

Apoderados de Kapsch impugnaron y pretenden que se revierta la decisión con estos argumentos:

1- Fein desconoció un aval otorgado por la comisión evaluadora creada para analizar las ofertas y el cumplimiento de los requisitos establecidos en los pliegos.

2- El decreto 1803/19 firmado por la Intendenta es arbitrario e ilegítimo porque se basa en un dictamen jurídico que se apartó y contradijo la opinión autorizada y fundada de aquella comisión evaluadora, que con 87,3 puntos había precalificado a Kapsch en segundo lugar entre los oferentes. Este dictamen jurídico ni siquiera fue remitido al organismo de evaluación para un eventual replanteo. 

3- Una de las causales para excluir a Kapsch fue técnica: le faltaba una habilitación en el Registro Provincial de Licitadores para una de sus especialidades. La firma no había hecho más que presentar las mismas credenciales que en 2012, cuando fueron avaladas por el mismo funcionario que ahora las rechazó. Ello ocurrió a pesar de que la formulación de los pliegos fue la misma que siete años atrás. Ese faltante se presentó en diciembre de 2018 y fue validado por la comisión evaluadora, pero igual mereció la condena en el dictamen jurídico. En cambio, a los rivales de Kapsch se les permitió incorporar información sustancial, como cortes de balance , ajustes por inflación, garantías de proveedores de equipos y tecnologías también faltantes. 

4- El dictamen jurídico también castigó a Kapsch por incumplir en la presentación de una declaración jurada sobre sanciones. La firma admite que tuvo que afrontar multas pero nunca sanciones, de acuerdo a la letra del pliego. Al margen de esta disquisición, también Autotrol y Mantelectric tuvieron que afrontar multas que igualmente no fueron declaradas sin merecer cuestionamiento alguno.