El abanderado de la reactivación frigorífica

El recorrido del grupo frigorífico Mattievich resume los vaivenes del negocio cárnico en Argentina. Fue así como pasó de cerrar plantas y despedir trabajadores a partir de 2009 a raíz de la fuerte sequía, el cepo a las exportaciones, las retenciones y a enfrentar una escalada de denuncias laborales por la industria del juicio, a reabrir fábricas, aumentar despachos al exterior y tomar cientos de empleados con el cambio de modelo en 2016. Mattievich, que este año reabiró la planta de Carcarañá, se convirtió en el emblema regional de la  recuperación del negocio frigorífico. "Veo un futuro inmenso para la gandería, la industria y las carnes argentinas. He visto como todos en la cadena le ponen fuerza y pasión", dijo en su discurso de reapertura del frigorífico en Carcarañá, que tuvo como invitado principal al propio presidente Mauricio Macri. 

Fundado en el año 1986 por José Mattievich, quien hasta el día de hoy sigue al mando del mismo, con el apoyo de sus hijos Emanuel y María José, el Grupo Mattievich pasó en menos de dos décadas de ser un frigorífico aislado en la pequeña localidad de Casilda, a consolidarse como líder del rubro a nivel país. Desde fines de la década del ’90 y fundamentalmente después de la devaluación del 2002, la empresa creció a pasos agigantados adquiriendo frigoríficos en localidades cercanas a Rosario, hasta que la coyuntura económica dejó de ser favorable. Ahora, tras esos “siete años de una política oscura”, tal como los calificó el propio Mattievich, el empresario parece estar decidido a recuperar el terreno perdido.
 

“No podía desaprovechar las perspectivas a nivel mundial de la carne que se vienen”, resaltó José Mattievich respecto a la reapertura de la planta de Carcarañá, que significó una inversión de $15 M para renovar las instalaciones, y a propósito del escenario favorable que se presenta para el sector exportador. En efecto, desde 2015 el valor de la carne argentina creció en un 50% y se incrementaron los envíos de carne al exterior, llegando a cumplir nuevamente casi con el 100% de la cuota de carne Hilton para Europa después de 10 años. “Era un sacrilegio tener cerrada esa planta con las perspectivas que se vienen. No lo podíamos desaprovechar, por nosotros y por la zona”, remarcó, y aseguró que la empresa tiene la mirada puesta en recuperar su presencia en los mercados, que poseía en los años previos.
 

Como actividad principal, Mattievich presta servicio de faena de vacunos y porcinos y elaboración de los mismos, tanto para exportación como para consumo interno. Desde cortes bovinos hasta cueros para curtiembres, sus productos de alta calidad solían tener como destino la Unión Europea, Rusia, Estados Unidos o la India, pero a raíz de la venta de algunas de sus plantas la firma quedó sin habilitación para exportar carnes momentáneamente. En este sentido, la recuperación del frigorífico de Carcarañá es un primer paso en el objetivo de reactivar las actividades para el consumo interno, aumentar el nivel de faena y, a medida que avancen las habilitaciones, poder llegar nuevamente a los principales mercados del exterior en el corto plazo. "Seguramente el primer mercado internacional que se abrirá será Rusia, para lo cual ya estamos haciendo las gestiones, y a partir de allí los demás", estimó Mattievich, y resaltó la importancia que significaría ingresar nuevamente al mercado chino.
 

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