Abultada deuda con la Afip cortocircuita la venta de La Capital

El gobierno nacional dio de baja un Plan Canje de deudas impositivas por espacios de publicidad y esa decisión puso contra las cuerdas las negociaciones para transferir el Diario La Capital de Rosario, propiedad del grupo Vila Manzano.

Ocurre que la deuda con la Afip del Decano de la prensa argentina es de unos u$s 20 M, cifra que supera a los números que se barajan para transferir el 67% del paquete accionario del multimedios a un grupo de empresarios santafesinos.

El decreto número 1133 que lleva la firma del presidente de la Nación, Mauricio Macri, derogó el Plan Canje que persistía desde la gestión kirchnerista para beneficio de las empresas de medios. El argumento: se trata de “una inequidad” respecto del resto de los contribuyentes. El sistema regía desde 2009 -primero sólo corrió para los medios gráficos y luego se sumaron los audiovisuales-  y permitió pagar con espacios de publicidad deudas previsionales, impositivas y aduaneras.

El gobierno de Macri extendió el plan Canje por decreto en 2016 y el grupo de Vila y Manzano supo liderar el ránking de medios que habían recibido beneficios ese año. Según los datos publicados, el grupo de José Luis Manzano y Daniel Vila fue el que mayor cantidad de deuda canjeó: unos $ 2.687 M, para su televisora América TV, el cable Supercanal, Diario La Capital y sus controladas Seller y Voces, Jorge Estornell SA, Uno Gráfica, y Red Celeste y Blanca.

Acogerse al Plan Canje oficial requería un trámite de dos pasos. Primero había que inscribirse y luego formalizar el acuerdo. En tal sentido, el decreto gubernamental indica que

que aquellos medios y/o productoras que se anotaron antes de marzo de 2016 y no completaron el acuerdo no podrán acceder al beneficio “evitando así engrosar y prolongar un sistema que ha resultado nocivo”.

Cuando fueron a revisar los papeles en el Decano se encontraron con que los acuerdos para canjear una deuda de u$s 20 M no habían sido homologado, es decir, se convirtieron en papel picado. El tema explotó ayer como una bomba en las oficinas de calle Sarmiento, mientras trataban de encontrar quién fue el culpable. “Con esto la venta se cae”, se le escuchó decir a un alto ejecutivo del grupo.

A partir del decreto oficial, una deuda millonaria que se podía pagar en cómodas páginas de avisos pasa a ser un compromiso exigible de la Afip, como ocurre con cualquier otro contribuyente. Es un cambio sustancial para las finanzas ya de por sí complicadas del  medio, que hipoteca a los actuales accionistas y obliga a revisar un acuerdo de venta sobre el cual se había trabajado intensamente durante los últimos días y tenía fecha de rubricación para antes de fin de año.