Metalúrgica se reinventó dos veces para seguir en la pelea

Para mantenerse en un país con crisis cíclicas como Argentina, una de las capacidades que no puede faltar en ninguna empresa es la de saber reinventarse y adaptarse a los nuevos tiempos. Con esa mirada trabaja por estos meses la metalúrgica rosarina Aluminca SRL, que al igual que con el efecto Tequila de los 90 ejecuta una diversificación de su producción que le permita salir a flote ante una abrupta caída en las ventas.

Nacida en 1990, la firma está desarrollando una línea de productos con las energías renovables como protagonistas, principalmente orientados al mercado externo. Ello les asegura hoy el trabajo del día a día, de la misma forma que 20 años atrás la fabricación de elementos de iluminación actuó como contrapeso frente a la sensible baja del desempeño comercial de las piezas para bicicletas, que habían dado origen a la empresa.

"Preferimos buscarle la vuelta y no hacer la más fácil que sería cerrar, principalmente porque acá hay gente que está desde el primer momento con nosotros. Son recursos humanos que uno valora y que sería difícil conseguir de nuevo si uno bajase las persianas y abriera cuando la cosa camine de nuevo", explicó a Punto biz Gustavo Cabrera, uno de los titulares de Aluminca SRL.

Si bien la fabricación de elementos de iluminación no se discontinuó, comenzaron a ampliar el portfolio. En este sentido, el principal producto que está en las gateras es un trailer con paneles solares, que tiene incorporado una cabina de 3 m2 en donde se puede agregar un puesto de trabajo, elementos de salvataje y hasta un sistema para filtrar agua.

Según contó Cabrera, el equipo está destinado fundamentalmente a la realización de trabajos viales en zonas alejadas del área urbana, por lo que sus potenciales clientes son los gobiernos y constructoras. "Ya tenemos algunos acuerdos con Uruguay y Paraguay, y estamos trabajando con contactos en Brasil y Bolivia", aseguró.

También ligado a esta tecnología está en proceso de desarrollo un modelo de garitas de colectivos con iluminación solar, también orientado al mercado externo.

Otro de los productos sobre el que están trabajando es ligado a la tecnología eólica. La idea es hacer torres pero enfocadas al uso familiar, como pueden ser estancias de campo o casas de fin de semana. "Buscamos que pueda ser accesible para un público residencial, con algo no tan industrializado como lo que se ve en grandes extensiones rurales", indicó.

Por ahora todos estos implementos siguen siendo fabricados desde la planta de Fisherton Industrial que históricamente los cobijó. “No estamos pensando en mayores inversiones de momento. Nos arreglamos con nuestros recursos, haciendo un equilibrio frente a un panorama con caída de ventas en torno al 70% general”, finalizó Cabrera.