Bazares: del boom de aperturas a meter el negocio en el freezer

Ni las ofertas, ni la variedad de mercadería lograron detener la caída en el consumo. La inflación marcó fuertes subas en productos de primera necesidad y en los servicios limitando la capacidad de compra. En este contexto, las grandes cadenas de bazares que en 2017 coparon el centro de la ciudad hoy desensillan proyectos de expansión e idean estrategias para hacer frente a bajón de ventas.

En agosto del año pasado, los capitales porteños que estaban al frente del bazar Zoom (instalado en San Juan y San Martín) hacían la gran apuesta y se quedaban con el local de más de 1200 metros cuadrados de peatonal Córdoba que supieron ocupar cadenas como C&A o Dexter, donde abrieron Kassa. Hoy, a un año de la apertura, deben remar el contexto e incluso frenaron la apertura de nuenas bocas.

Los titulares del negocio tenían pensado expandirse con más sucursales para llegar a otros lugares de Rosario como zona Sur y Echesortu, que también tienen su circuito comercial paralelo. Según comentó el encargado del lugar a punto biz, la idea era abrirlas para esta época del año pero por la incertidumbre actual prefirieron esperar un poco. 

Sin embargo, los planes siguen siendo crecer y copar otras localidades como Funes, San Lorenzo, Totoras e incluso San Nicolás, en Buenos Aires, aunque por ahora los planes son otros: en los últimos dos meses registraron una caída del 20% en las ventas respecto a meses anteriores, un contexto que sólo logran remontar en fechas especiales como el Día de la Madre.

El administrador reconoció que el contexto actual no favorece el consumo y que la gente limitó sus gastos, pero mantiene una actitud positiva sobre la situación y destacó que ya idearon algunas estrategias para sobrellevarla de la mejor manera.

“No me gusta hablar de crisis, sino de un aumento en la creatividad. Nosotros mantenemos el mismo nivel de mercadería por lo que no podemos hacer, por ejemplo, una línea de productos de segunda marcas. Por eso pensamos otras acciones como ir anexando ofertas y también agregamos más medios de pago y cuotas sin interés”, contó y añadió que estas medidas les permitieron frenar un poco el bajón de ventas.

Otra cosa que a la cadena particularmente la ayudó fue que mucha de sus mercaderías no son importadas, sino que se producen dentro del país. En ese sentido, comentó que hubo un pacto entre proveedores y fábricas nacionales para mantener los precios y ayudarse mutuamente.

No sucedió los mismo con aquellos productos importados. Si bien en un primer momento las medidas del Gobierno Nacional -como la apertura de las importaciones- impulsó la llegada de locales polirrubros con gran cantidad de mercaderías de origen chino, debido a la devaluación estos productos se fueron encareciendo considerablemente.