Tras una vuelta efímera, un clásico bar cultural volvió a cerrar

Después una importante trayectoria en el circuito de bares culturales, el clásico Sabina Bar bajó la persiana. Sin embargo, al cabo de tres años cerrado, el espacio volvió al ruedo en julio del año pasado en la esquina de Buenos Aires y 9 de julio. A pulmón, sus dueños intentaron devolverle el brillo de otros tiempos pero hace unos días, a través de Facebook, anunciaron el cierre por "la imposibilidad de afrontar la cantidad de gastos que conlleva mantener un espacio como éste". 

Ana, una de sus tres dueñas, contó a Punto Biz que están buscando un inversor que quiera hacerse cargo del bar y de mantener la propuesta. “Nosotras abrimos hasta el 20 de octubre con un fin de semana de despedida. Estuvimos hablando con varias personas pero la mayoría nos contesta que en este momento del país no se animan a invertir en nada”, lamentó.

Desde sus inicios, el emblemático local siempre apostó a la música en vivo, con propuestas que iban desde el rock nacional, hasta ritmos latinos y, por supuesto, canciones del cantautor español. Gran parte de su público habitué había celebrado la recuperación del bar y su nueva puesta en funcionamiento, luego de haber estado cerrado durante tres años, desde el 2014, cuando se encontraba en calle San Martín al 1400.

Si bien los tiempos se acortan y las dueñas tienen que desalojar el lugar a fin de mes, todavía tienen la esperanza de conseguir algún interesado que quiera seguir apoyando el proyecto. Más allá de todo esto, Ana reconoce que los modos de vida nocturna en Rosario cambiaron y que la figura de bar cultural, que contempla la Municipalidad de Rosario, imprime algunas restricciones que hacen difícil el éxito y mantenimiento de este tipo de apuestas.

“Por un lado, teníamos conflicto con los proveedores que no podían fijar un precio en los productos por la inestabilidad del dólar, por lo que muchos aumentos fueron absorbidos por el bar porque no podíamos ir cambiando los precios de la carta permanentemente. Por otro lado, creo que se está perdiendo un poco lo que es la movida cultural en la ciudad. Hoy en día están muy de moda las cervecerías y sino la gente prefiere ir a boliches donde puede bailar. Acá y en los demás bares del rubro si hay una banda tocando tenés que escucharla sentado porque la legislación no permite que se baile”, sintetizó Ana.