Firma neozelandesa de grupos electrógenos vira el rumbo de negocio local

La mayor apuesta por las energías renovables y el recorte a los subsidios en las tarifas de luz generaron cambios en la filial local de la neozelandesa Condor Group -radicada en Pérez desde 2008-. Comenzaron a adaptar grupos electrógenos que funcionan con fuentes alternativas y se lanzaron a brindar servicios de consultoría.

Referenciada desde siempre por la fabricación y venta de grupos electrógenos, compresores, neumáticos y herramientas industriales, la empresa comenzó hace un tiempo a implementar cambios motorizados por la necesidad de los empresarios de recurrir a alternativas más eficientes en el uso de la energía. "A futuro la veo más como una proveedora de servicios que como fabricante de bienes de capital", resume su titular Richard Irvine, quien destacó que si bien este cambio ya estaba latente desde hace unos años, se precipitó desde 2015, cuando los usuarios debieron afrontar cuadros tarifarios con menos subsidio. 

"Por caso, nosotros en 2008 importamos de Bélgica un sistema de monitoreo de consumo de energía para los equipos de aire comprimido, pero como la energía era barata nunca lo pudimos poner a funcionar. Pero cuando vinieron los cambios empezó a tener cada vez mayor repercusión", contó Irvine, al mando de la filial local de la empresa neozelandesa radicada en Pérez.

Uno de los proyectos más ambiciosos que desarrolló la firma en el último tiempo fue a pedido de la firma Solamb SRL, de Timbúes. Consistió en la preparación de un grupo electrógeno que funcione a base de biogás (derivado de residuos provenientes de las plantas procesadoras de soja), el cual permite no solo el abastecimiento de la planta industrial sino también la generación de un excedente que a futuro se inyectará en la red.

"También tenemos otros ejemplos de trabajo en biogás, pero de menor escala. Con lo que estamos trabajando ahora es en la modificación de motores Scania para que funcionen 100% con biodiesel", afirmó Irvine, y renglón seguido agregó que en paralelo trabajan en que este combustible sea reconocido como fuente de energía renovable, para que pueda contarse dentro de las cuotas que establece la ley 27.191, que fija metas para la diversificación de la matriz energética.

Irvine alentó a las empresas a no depender sólo de la EPE a la hora de buscar energía: "Cuando uno se sienta con gerentes de compras ellos te mencionan que ahorran en seguridad, combustible o comida, pero nunca en energía. No hay que tener miedo de buscar nuevos proveedores", marcó.

El empresario se refirió particularmente a las industrias consideradas como grandes consumidoras (aquellas que consumen más de 40 KW), las cuales deben contratar una determinada cantidad de energía, independientemente si luego la utilizan o no. "A veces ese excedente representa un costo enorme que solo se usa en algunos horarios pico. Entonces el desafío está en ver que hay otras opciones que permiten ahorrar ese dinero, ya sea con renovables o haciendo un acuerdo con otra empresa que provea la energía", aseveró.

Estos cambios que mencionó Irvine se reflejan más en la parte de ventas que en la fabricación de equipos, que sigue su ritmo habitual. "El contexto no cambia que en el corto plazo continuemos vendiendo neumáticos o compresores, pero a largo plazo veo a Condor más como proveedora de servicios energéticos que como vendedores de equipos", concluyó.