El Plan B de la Provincia para avanzar con la obra del Aeropuerto

Ante un panorama de recorte de los recursos nacionales, baja en la actividad económica y dificultades en el acceso al mercado financiero, el gobierno santafesino teje nuevas estrategias para mantener el plan de obra pública para lo que resta de la gestión. Este "desafío" -según lo califican los propios funcionarios- se hace necesario no solo para sostener el nivel de empleo sino fundamentalmente por ser 2019 el año en que se definirá la permanencia (o no) del Frente Progresista en el poder.

"La alternativa es ver si no podemos acceder a algún financiamiento bilateral con los mismos organismos con los que por ejemplo tenemos garantizada la construcción del acueducto de Rafaela (NdR: fondos de Abu Dhabi y la Opep)", indicó a Punto biz el secretario de Finanzas e Ingresos Públicos Pablo Olivares, y no descartó echar mano a algún mecanismo de financiación interno, aunque lo supeditó a un cambio en las condiciones de mercado. "También aparece el desafío de mejorar la administración de los recursos", agregó.

Según explicó el funcionario, hoy el 88% de la obra pública se ejecuta con recursos propios. De lo restante, una parte ya está garantizada por los créditos antes mencionados (conseguidos entre 2017 y 2018 a una tasa del 5% a devolver en 15 años, aunque aún sin ser autorizados por Nación), quedando por definir "entre un 5% y un 8%" de lo proyectado para el año próximo.

La necesidad que tiene el país de atesorar dólares, señalan desde la cartera económica provincial, lleva a pensar que la Nación aflojara el torniquete que mantuvo hasta ahora para con el crédito internacional a baja tasa. 

¿Cuál es el paquete de obras que la Casa Gris priorizará? Según definió a este medio el ministro de Infraestructura y Transporte José León Garibay, puntualmente para Rosario la mira está puesta en iniciar la nueva terminal del aeropuerto, finalizar los accesos al mismo (por Newbery, Sorrento y Calasanz), terminar con los tres emisarios en marcha (28, 31 y 32), continuar con la ampliación de la red cloacal e iniciar la segunda etapa del acueducto Gran Rosario.

"Haremos todos los esfuerzos y se buscarán todas las fuentes de financiamiento alternativas para seguir con el mismo ritmo", manifestó Garibay, quien sostuvo que pese a la caída del crédito de $500 M del Banco Nación para las obras en la terminal aérea se mantiene la postura de desarrollar un fideicomiso para la ejecución de la misma.

Al de la entidad nacional, debe sumarse la virtual caída del préstamo del Banco Mundial (BM) por u$s 300 M para pavimentación, cordón cuneta y mejoramiento urbano en municipios y comunas, que la Legislatura provincial aprobó en marzo pasado. Se trata de una operatoria con la Corporación Financiera Internacional del BM, la cual tiene por estatuto prestar en condiciones similares a las del mercado. "La coyuntura de los últimos meses donde se iba a cerrar la operación implicó que no pudieran definir una tasa de interés razonable", reconoció Olivares.

La sangría de recursos se verá incrementada por la poda de fondos nacionales que está siendo negociada con los gobernadores. Para Santa Fe esto implicaba hasta la semana pasada unos $7.000 M, aunque la cifra está siendo negociada con los  gobernadores. Se habló en estas horas de suspender el quite de los subsidios a la electricidad ($2.100 M) y también de un esquema de créditos de compensación por el recorte del fondo sojero ($1.800 M).