De cocinar para amigos a montar un negocio que ya vende 400 postres al día

“Qué ganas de comer algo dulce”, fue la frase que Eugenia Bertello y Vanesa Blengino escucharon en una sobremesa, y bastó para empezar a fantasear con montar un negocio propio único en su tipo: un delivery de postres a domicilio. Hoy, a casi un año y medio de aquello, las amigas son la cara visible de El batidor tiene la culpa, un emprendimiento propio que emplea a cerca de 20 personas y registra un promedio de 400 ventas al día.

Eugenia (25) y Vanesa (32) se conocieron hace unos años cursando sus estudios de cocina y gastronomía, al que luego añadieron el de pastelería. Ambas se encontraban a su vez trabajando ya para restaurantes de la ciudad en relación de dependencia cuando comenzaron a diagramar el proyecto de El batidor, que terminó por sobrepasarlas, les demandó una dedicación full-time y la necesidad de adquirir más personal: actualmente cuentan con cuatro cocineras más, además de ellas mismas, una decena de cadetes, un encargado de administración y logística y un community manager que se encarga de las redes sociales y el marketing.

“La idea del negocio surgió en primer lugar porque no había algo de este estilo en Rosario, y había una gran demanda la cual nosotros llegamos a cubrir, como lo fuimos comprobando con el tiempo”, destacó Eugenia en diálogo con Punto biz. “Al principio hacíamos todo nosotras solas, desde cocinar hasta repartir. Pero la demanda fue siempre en aumento desde el día uno y empezamos a crecer mucho, sobre todo en el mercado de los estudiantes universitarios. Se dio todo muy de boca en boca y dándole mucha bola a las redes sociales”, comentó.

El batidor tiene la culpa funciona como un delivery de postres a domicilio, con envío gratuito a partir de las 20hs en el sector céntrico comprendido por las las avenidas Francia, Pellegrini y el río. Los pedidos pueden hacerse en el momento, no requieren de encargo previo ni de una cantidad mínima para ordenar, y son entregados en el lapso de 40 minutos a una hora.

Los postres son individuales y su precio se encuentra en el rango de los $70 a los $100. Por el momento cuentan con ocho variedades: Tiramisú, Mousse Kinder, Lemon Pie, Chocotorta, Chajá de durazno, Tiramisú de Nutella, Batidúo y Cheesecake Oreo. Además, cada quince días lanzan una edición limitada con un postre especial que van variando.

“Estamos trabajando para extender el delivery hasta calle 27 de febrero y queremos empezar a sistematizar un poco más las distintas partes del negocio, para lo cual también nosotras nos estamos especializando”, indicó Eugenia sobre los proyectos que tienen a futuro. “Para el largo plazo sí pensamos por ejemplo en expandirnos a otras ciudades universitarias como Santa Fe, Córdoba o Rafaela. Pero es sólo una proyección que hacemos por el potencial que le vemos al negocio; por ahora queremos enfocarnos en seguir creciendo en Rosario”, enfatizó.