Había anunciado que cerraba por culpa de Macri y reabre con nuevos dueños

“Disculpen, imposible seguir. Aumentó el alquiler y las tarifas, y bajaron las ventas. Gracias Macri”. Con ese cartel, la librería Paso de los Libros había anunciado su cierre en abril pasado luego de cuatro años de permanecer abierta. Sin embargo, el cierre nunca se concretó ya que en el medio se produjo un cambio de titular y de nombre: ahora como Quimera, el local se reinventa como centro cultural y prevén una reinauguración para septiembre.

“Lo que yo veía era que el espacio no se estaba usando de la mejor manera”, contó a punto biz Iván Pucheta, el nuevo encargado de la librería ubicada en Córdoba 862. “Entré hace unos meses haciendo una suplencia a la encargada anterior, que se mudó a Buenos Aires, y lo primero que tuve que hacer fue aprender cómo funcionaba todo. Yo venía de un espacio más cooperativo como el bar La Chamuyera, y pensaba que muchas cosas podían hacerse de otra forma”, remarcó.
 

Cuando se colocó el cartel y se anunció el cierre, Iván tuvo la idea de hacerse cargo él mismo del local. “Fueron semanas de pasar los días embalando libros para devolverlos, pero seguíamos abiertos con lo que teníamos en liquidación. Eso, sumado a que justo fue la Noche de las Librerías, nos hizo aguantar un tiempo más y ahí me convencí de que el negocio podía seguir funcionando. No me pareció algo imposible imposible”.
 

El panorama, al principio, no era alentador. “El alquiler había aumentado un 30% y los servicios mucho más. Esto sumado a que como ya habíamos anunciado el cierre a las editoriales, se hacía difícil retomar los lazos, por cuestiones de confianza. Hay muy pocas librerías independientes que pueden cerrar con editoriales grandes, se trata más de relaciones personales que de rentabilidad”, contó.
 

Para Pucheta, la forma de pensar el negocio es lo que va a permitir la continuidad del espacio. “En La Chamuyera las cosas funcionaban bien por la gente. Los talleres, la forma de tratar al público, generaba un movimiento de personas que se sentían identificadas, que se encontraban con otras”. Desde la misma organización siguen también este concepto: “Ésto arrancó como un proyecto mío, pero fui sumando gente con la misma visión que yo, y ahora somos cuatro llevándolo a cabo”.
 

A partir de septiembre, en Quimera se empezarán a dar talleres artísticos y creativos, relacionados a la fotografía, literatura y escritura. La idea es que en este mes también se haga la reinauguración definitiva del espacio, con música en vivo, y a futuro, piensan en poner una sección de cafetería. “Se hace difícil por cuestiones de habilitaciones, y por el dinero necesario para hacer esas obras, pero es nuestro plan a futuro. Un espacio multifuncional en donde se encuentren la cultura y la gente”.