La costurera que dio el buen paso: hace muñecos de trapo muy originales

Todo comenzó hace seis años cuando Natalia Fernández se propuso dictar talleres de construcción de muñecas de trapo dirigidos a abuelas y nietos. Su idea era unir los vínculos  y lograr encuentros que le permitieran a todos “sacar a relucir su niño interior”. El resultado fue, además de un éxito, una gran oportunidad para comercializar aquellas creaciones que Natalia daba vida con mucho amor y dedicación. Hoy a través de Khailas, sus muñecas llegan a todas partes del país y son buscadas por las historias que logran contar.

“Vengo de una familia de mujeres costureras, tejedoras, bordadoras y traté de unir todo eso con mi profesión de docente y narradora oral. Me encanta aprender de otras culturas, leer desde historia hasta cuentos y de ahí surgen muchos de mis personajes. Inclusive el nombre de la marca se lo puse por un libro que me regalaron de mucho valor para mí, que cuenta la historia de Khailas, un monte sagrado en el Tibet imposible de escalar”, explica la emprendedora haciendo referencia a la fuerte carga sentimental que deposita en todo lo que hace.

Ideales para arrastrar y jugar sin preocuparse porque duran años, toda la colección de Khailas está confeccionada a mano, hechas en tela y tejidas, con cabellos de lana colocados uno por uno. Se pueden elegir desde personajes de cuentos; muñecas de lactancia (simulan estar embarazas y traen un bebé que con abrojo se pega al pecho); muñecos de abrazos (ideales para apretar fuerte); trapitos de apego (para bebés recién nacidos) y los bebés del agua (inspirados en una tradición japonesa para representar a los niños no nacidos).

“Cada modelo tiene algo de humanidad por su forma y estilo y hasta se pueden encargar personalizados. Muchos adultos las llevan porque de verdad transmiten sensaciones y buenos deseos. Los regalan para acompañar momentos lindos como nacimientos y también momentos difíciles como enfermedades y pérdidas. Por eso me gusta tomarme el tiempo para saber qué están buscando”, explica Natalia a punto biz y asevera que hay muñecas suyas en maternidades y hospitales de todo la Argentina.

Pero el interés por su trabajo traspasa los límites nacionales y a través de su facebook “Khailas, muñecos para el alma” y su sitio web www.khailas.com.ar llegó a conquistar corazones en Europa, donde por una cuestión de logística aún las muñecas no pudieron llegar a destino. Pero con el esmero y la pasión con el que Natalia lleva adelante su proyecto no pasará mucho tiempo hasta que este sueño se cumpla.