Una cena entre vecinos se convirtió en una gran comunidad de emprendedores

En enero de 2023, Gabriel Miller, un emprendedor nato, descubrió que uno de los papás del colegio de una de sus hijas (Fernando Caamaño), también estaba vinculado al ecosistema startup, y entre charla y charla se encontraron con dos vecinos más de El Cantón que venían del mismo palo (Federico Ocampo y Manuel Barros Reyes). Comenzaron por una cena entre ellos y al ver que había tanta afinidad decidieron abrir el juego a más gente con inquietudes y desafíos similares.   

Jugando con el nombre del ícono de la tecnología -Silicon Valley- y de una conocida comunidad de principios de los 2000 en nuestro país, como fue Palermo Valley, decidieron que era más sencillo ponerle North Valley que enumerar todas las localidades que se encontraban comprendidas dentro de ellos (Escobar, Martínez, San Isidro, Maschwitz, Pilar, etc.). 

El primer encuentro en comunidad, o sea abierto a todos los que quisieran participar, se hizo en marzo de 2023. En septiembre del mismo año, luego de juntarse una vez por mes, ya tenían casi 1000 miembros. Y hoy ese número asciende a 4000.  

El objetivo es siempre el mismo: juntar emprendedores y gente con ganas de hacer, que sale de su propia historia para compartir éxitos y fracasos, dudas, necesidades y, además de eso, también ganas de tomar algo y pasarla bien. 

El interés que se fue generando, a través del boca en boca y las redes, hizo que se comenzarán a realizar encuentros de North Valley en otras zonas: así fue como, en el verano, llegó el turno de North Valley Pinamar, Punta del Este y Mar del Plata. Y se fueron sumando, en esa línea, versiones en otros países, como North Valley Brasil, Uruguay y Estados Unidos, siendo México, Colombia y Paraguay los próximos destinos a incorporarse.     

Camaradería como principio

El hecho de que los encuentros se realicen entre pares, con gente que comparte intereses, deseos, inquietudes, dudas y desafíos, hace que haya un despliegue de camaradería y buena onda que, en un principio, sorprende. 

Es habitual, por eso, que en las veladas de North Valley alguien venga, te dé la mano y se presente, sin más. Lo que importa: oído para escuchar y capacidad para contar lo que uno hace en pocas frases.

Un complemento importante de la charla son los tragos y la comida, que lógicamente amenizan el ambiente. Los North Valley de Buenos Aires se hacen en Felino, de Martínez, que ya forma parte de la comunidad.

Entre bocado y bocado, en cada encuentro toma la palabra un anti speaker. En el último, realizado el 22 de julio, le tocó a Martín Castelli, de Todo moda e Isadora, que cuenta con cientos de locales en Argentina y presencia en varios países de la región. 

Martín hizo un breve relato del pasaje de historia de sufrimiento de su padre, industrial y creador de la marca, (“si al final del día te duele la panza, es que estás haciendo las cosas bien”), a expandirse a otros países justo cuando estalló otra de las ya recurrentes crisis de Argentina. Con su hermana vieron que había otro liderazgo, otra cultura posible, y tras ella fueron, con los ensayos y errores lógicos del caso. 

Pitch Balle y lo que viene

En el último encuentro hubo, también, una competencia de startups, llamada Pitch Battle. Su objetivo es convencer a inversores y a un jurado de “notables”, que con algo de humor y bastante de acidez -al estilo del jurado de Bailando por un sueño- les marcan aciertos y errores, para luego, tras dilucidar entre ellos, dar una bolsa de premios al ganador. 

En esta edición compitieron Horacio Llovet (Nawaiam), que se llevó el premio; Alan Burastero (Zula ciberseguridad) y Manuel Lamedica (Loyalz Club), quienes fueron “juzgados” por un equipo de notables, integrado por Marcela Villalba (Eklos Corporate Venturing by Cervecería y Maltería Quilmes),  Demian Schnaidman (Digbang), Eduardo Amadeo (Overboost VC) y Patricia Jebsen (Member Board / Coppel). 

El próximo encuentro de North Valley se va a realizar el 26 de agosto, también en Felino. Los interesados pueden entrar a la página y anotarse allí mismo, pagar el ticket (que es el costo de una cena) o hacerlo en el lugar. La página permite ver quiénes estarán en el encuentro, agendar previamente reuniones, ver los perfiles de Linkedin, etc.