Un negocio sobre ruedas que funciona con el freno de mano puesto

El de los food trucks es un negocio que funciona con el freno de mano puesto en Rosario. Si bien el sistema nunca terminó de engranar, los cambios que proponía el sector para salir a flote, fueron al freezer por la crisis de la pandemia. Así, de las 10 licencias que el Municipio habilitó para funcionar en 2018, sólo quedan en pie tres. “El negocio está muy flojo. Aparte la cuestión estacional y con o sin restricciones, estamos yendo sólo en horario diurno porque a la noche es un desierto”, explicó a Punto biz Rodolfo Arcidiacono, titular de Hell Truck (hamburguesas gourmet).

Dueños de licencias de camiones de comida pidieron en febrero del año pasado al Municipio que modifique la reglamentación del sistema para que los food trucks puedan estacionar en un mismo parque y así evitar la rotación que hoy exige la normativa. Entienden que de esa manera -y a partir de la experiencia de casi tres años de vigencia de la modalidad gastronómica en la ciudad-, el despliegue de un gran parque de food trucks podría darle un nuevo impulso a un negocio muy alicaído.

“La Municipalidad está en un compás de espera y sin avances con respecto al proyecto  de un food park en el Parque de las Colectividades. Avanzamos hasta un punto en el Concejo con la iniciativa y después quedó frizada”, opinó el emprendedor. Antes de la pandemia, los dueños de food trucks consensuaron con el gobierno anterior un permiso para que todos se instalen en el mismo parque, pero el tema hoy quedó en la nada. 

El esquema de paradas rotativas en espacios al aire libre acordados de antemano que establece la reglamentación no resultó de la manera esperada y es a raíz de esto que desde el sector piden cambios urgente para sobrevivir. Es que el achique del modelo es evidente y cada vez son más los camiones que entran a boxes. Hoy en día, sólo funcionan Hell Truck (hamburguesas gourmet), Mejunje (panificación y pastelería) y Rosario Grill. El último que suspendió recientemente su operación es Mundo Donas, del que aseguran “es difícil que continúe”. El camión se suma a una larga lista de emprendedores que decidieron bajarse del negocio, como Helados Míster Soft, Carmencita, Tape Nade, La Vendetta y El Club de la Milanesa.  

Y como si fuera poco, la segunda ola impactó todavía más en el golpeado negocio. “Nosotros estamos yendo los días de semana de 12 a 18 horas más o menos. El tema es que en el parque hay gente hasta las 20 horas y después no queda nadie al haber restricciones de circulación vehicular. Los que pasaban con el auto, paraban y compraban y ahora eso ya se acabó”, opinó Arcidiacono.