El déficit comercial de mayo fue el más alto en cinco años

En mayo, las exportaciones se achicaron 24,8% por efecto de la sequía, lo que llevó a que el mes cerrara con un déficit de u$s1.154 millones, informó el Indec. Este resultado fue producto de exportaciones por u$s6.203 millones, con una baja interanual del 24,8% en la facturación, frente a importaciones por u$s7.886 millones, con un retroceso del 6,7% frente a igual mes de 2022.

Con el resultado de mayo, la balanza comercial sumó un rojo de u$s2.690 millones en lo que va del 2023. El año pasado en el mismo período se había obtenido un superávit de u$s3.028 millones.

El déficit del mes pasado fue el más alto desde mayo de 2018 y el cuarto registro negativo de los cinco primeros meses del año.

Los resultados de la balanza comercial dejan en claro que Argentina sigue teniendo dificultades para acceder a las divisas que le permitan reforzar las reservas del Banco Central, lo que a su vez complica las posibilidades de controlar el mercado cambiario.  

Las exportaciones cayeron 24,8% debido a una baja de 12,5% en las cantidades y de 14,1% en los precios. Todos los rubros disminuyeron: la merma más marcada se dio en productos primarios, que por la sequía se retrajeron 37,2%.

Además, hubo caídas en manufacturas de origen agropecuario, 29,0%; las manufacturas de origen industrial, 9,1%; y los combustibles y energía, 5,5%.

Por su parte, las importaciones descendieron 6,7% respecto al mismo mes del año pasado, debido a una caída de 10,4% en los precios, y a un incremento de las cantidades de 3,8%.

A nivel de uso económico, se redujeron las importaciones de combustibles y lubricantes, 38,6%; resto, 36,5%, fundamentalmente por la menor compra de bienes despachados mediante servicios postales (couriers); bienes intermedios, 3,1%; y bienes de consumo, 2,2%.

En cambio hubo un avance en vehículos automotores de pasajeros, con un crecimiento de 47,4%; bienes de capital, 6,2%; y piezas y accesorios para bienes de capital, 5,9%.

El efecto de la sequía es palpable en las exportaciones de cereales que cayeron 58,5% en el mes. En cuanto a las ventas de soja hubo una baja interanual de 44,9%.

Del lado de las importaciones, la disminución se explica por la fuerte caída en Combustibles. "El resto de las partidas registraron variaciones más leves y un aspecto a destacar es el crecimiento en conjunto de las importaciones de bienes de capital y piezas y accesorios, que aumentaron un 6% respecto al mismo mes del año anterior", señala la consultora ACM.

Paralelamente, se registraron importaciones interanuales de soja y subproductos por u$s719 millones. Esto también es consecuencia de la sequía, que llevó a que la industria aceitera tuviera que comprar en el exterior materia prima, principalmente de Brasil y Paraguay, para mantener la actividad.

Los analistas consultados por Clarín coinciden en que las exportaciones se reducirán en torno al 20% este año, pero difieren en cuánto a la caída de las importaciones: la razón es que estiman diferentes grados de ajuste de las restricciones que operan sobre las compras externas para evitar que las reservas del Banco Central se sigan desangrando.

Desde ACM mencionan que el repunte de las compras de Bienes de capital y piezas y accesorios "nos puede dar un indicio de que la actividad económica viene respondiendo mejor de lo esperado y que todavía demanda una mayor cantidad de bienes, a pesar de las diversas restricciones al acceso de divisas para las importaciones".

La consultora resalta que "mayo parece ser un punto de inflexión, donde claramente se empieza a materializar el impacto final de la sequía y los magros resultados de las restricciones para el pago de importaciones, influenciadas por la escasez de reservas internacionales".

El 2022 cerró con un superávit de u$s6923 millones. Este año, con la sequía quitándole u$s21.000 millones a las exportaciones del campo y con dólares exiguos para sostener a las importaciones, el país se encamina a reducir a la mitad el resultado del 2022, mientras crecen las chances de que el año termine en rojo. La última vez que hubo déficit comercial fue en 2018, cuando el saldo fue negativo en u$s3.701 millones, también con la sequía de por medio.