Innovador nato, le vio la veta millonaria al mundo de los videojuegos

Martín Repetto se autodefine como gamer, desarrollador de videojuegos y un trabajador (un worker, dirá). Además, es ingeniero en Sistemas recibido en la Universidad Abierta Interamericana (UAI) de Rosario pero, sobre todo, es un innovador que pertenece al club de los adelantados a su tiempo.

A los 20 años ya tenía emprendimientos informáticos y para 1999 había desarrollado algo que en Rosario todavía no tenía nadie: su propio sitio web. También era la rara avis que ganaba torneos y viajaba por el país de la mano de los primeros eSports y fue pionero en formar un equipo de gamers de Counter Strike en un cyber local.

Recién salido de la universidad, junto a su primo hermano y actual coequiper, Máximo Radice, creó Korpos Studios, donde desarrolló uno de los primeros videojuegos de Argentina que se distribuyó en todo el mundo. Su vertiginosa carrera tuvo hitos como Atmosphir (un “metaverso” cuando todavía no existía ese concepto) y Voxelus, el primer videojuego en combinar blockchain, criptomonedas, metaverso y realidad virtual. Este proyecto desarrollado desde Funes fue furor en la prensa internacional y la criptomoneda Voxel llegó a mover u$s100 M.

En 2018 se desprendió de Voxelus. Más allá de su éxito, se anticipó demasiado a su tiempo. “Compramos la promesa de Zuckerberg de que para 2019 todo el mundo iba a tener VR (Realidad Virtual) pero el futuro hoy tiende más a AR (Realidad Aumentada), VR es mucho más inmersivo y su uso no para de crecer, pero no al ritmo al que estamos acostumbrados con la tecnología”, explicó.

Desde Rosario despegó hacia Buenos Aires (“fue como irme a Marte”, aseguró) y de ahí a San Francisco (“fue llegar a otra galaxia”). “Silicon Valley me ayudó a entender cómo funciona la cabeza de los americanos, cómo se fondea una empresa, y cómo se trabaja en el mundo. Esa experiencia me dio una ventaja muy grande en la industria de los videojuegos”, apuntó. Luego se le hizo habitual volar entre esas y otras ciudades hasta asentarse en Barcelona, en 2019. Hoy, junto a Máximo Radice, su primo hermano y eterno coequiper, dirige BlackPony, un estudio dedicado casi exclusivamente al desarrollo de realidad virtual (para videojuegos, eventos, arquitectura) y tiene todas las fichas puestas en Mokens League, una plataforma de juegos deportivos en 3D, multijugador, multiplataforma y para competir en tiempo real. En el juego se utilizan NFTs y se puede ganar en criptomonedas. Los partidos serán transmitidos a través de una cuenta de Twitch las 24 horas, los 7 días de la semana.

“En la primera ronda de inversión vendimos el 10% de la empresa en u$s2 M, la valuación hoy es de u$s20 M”, expresó Repetto.

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