Fábrica busca reactivar este año inversiones que puso en stand by

Pocos actores en la industria miran con tanta expectativa los resultados de la campaña agrícola 2023/2024 como aquellos que producen herramientas y maquinaria para uso rural. Es que el sector que en la post pandemia se benefició con cifras de venta muy por encima de la media, sufrió de inmediato el cimbronazo de tres cosechas magras al hilo por efecto de la sequía. Ahora, con un régimen de lluvias que permite avizorar un repunte de los rindes en soja y maíz, los empresarios metalúrgicos empezaron a abrir los cajones para desempolvar planes de expansión que habían quedado guardados. De Grande, compañía especializada en la fabricación de cabezales maiceros y tolvas autodescargables, por caso, intentará este año cristalizar la hoja de ruta que había puesto en pausa.

“Teníamos un plan para aumentar un 20% el espacio físico de planta, para poder darle más superficie de trabajo sobre todo a los nuevos desarrollos. Dicha intervención significa sumar 2.000 m2 de planta. La necesidad está y los planes también, veremos si se dan las condiciones. Hay voluntad”, reconoció Federico De Grande, al frente de la compañía que está instalada en la ciudad de Armstrong.

Entre 2022 y 2023, la empresa pudo terminar las obras que había iniciado cuando las ventas comenzaron a descender en medio de la sequía. En ese entonces llegaron a inaugurar nuevas oficinas, pero la posibilidad de incrementar la superficie de planta “quedó para más adelante”. “La decisión fue la de poner en compás de espera las nuevas inversiones porque hace un año y medio prácticamente que el sector está muy parado. Desde septiembre u octubre del 22 se empezó a sentir la merma y la dinámica se replicó en el 23”, relató De Grande, en contacto con Punto biz.

“Ahora, tras la cosecha, lo que esperamos es que, primero el contratista, y luego el sector en general recompongam sus ingresos para que después eso derrame en la actividad. Será un ciclo mejor que el 23. Pero también creo que recién en 2025 hablaremos del despegue”, añadió.

Frente a la decisión de algunas empresas metalúrgicas de achicar los turnos de trabajo, en el caso de De Grande el esquema de financiación que tienen plasmado hace años con productores que en los últimos meses lidiaron pagos que tenían pendientes por equipos que adquirieron tiempo atrás colaboró con la sostenibilidad de la compañía. A dicho elemento se le sumó un buen stockeo de materiales que posibilitó que, aunque a un ritmo más desacelerado, que la producción no bajara a cero.