El estudio jurídico que se volvió global gracias a la digitalización

Hace treinta años, la especialización en propiedad intelectual y el registro de marcas y patentes respondían a la necesidad de emprendedores y empresas de proteger sus creaciones. Estudio Sánchez Marcas comprendió la necesidad de evolucionar y aunque comenzó como un estudio especializado en propiedad intelectual y el registro de marcas, respondiendo a la necesidad de emprendedores y empresas locales de proteger sus creaciones, hoy ofrece soluciones a nivel global, adaptándose a los nuevos desafíos del derecho en un entorno altamente dinámico y exigente.

“El perfil de clientes evolucionó junto con la expansión del estudio. De trabajar con pequeñas y medianas empresas locales, pasamos a asesorar compañías en más de 50 países”, explicó Fernando Sánchez, CEO del estudio. Entre sus clientes destacan firmas de la talla de Bioceres Group, Nicki Nicole, La Liga Española de Fútbol, Milicic, Crucijuegos, La Fazenda, Laboratorios Cibic, Vitalcrops, Heroica, entre otras. “Uno de los factores clave que nos diferenció fue la digitalización. Implementamos herramientas tecnológicas avanzadas para gestionar casos, automatizar documentos y mejorar la comunicación con clientes en todo el mundo”, sostuvo Sánchez.

Esta digitalización impulsó la internacionalización. Hoy, el estudio opera sin barreras geográficas, atendiendo a clientes en distintos husos horarios y adaptándose a regulaciones de mercados exigentes.

“La globalización de algunos de nuestros clientes nos trajo nuevos desafíos en cuanto a estrategias y estructuración de sociedades en el extranjero, contratos internacionales, y debimos crear nuevas áreas”, afirmó. A su vez, la evolución del mercado llevó a diversificar los servicios.

Actualmente, además del registro de marcas y el derecho de la Propiedad Intelectual, el derecho corporativo, especialmente el societario, forman el núcleo de su asesoramiento. Las empresas en expansión requieren soluciones integrales que van desde la estructuración de sociedades hasta la regulación del comercio digital y el cumplimiento de normativas internacionales.

“La inteligencia artificial es clave en la evolución del derecho”, aseguró Sánchez. La automatización de procesos y el análisis predictivo permiten anticipar riesgos y ofrecer estrategias más precisas. “El futuro de la profesión combina conocimiento jurídico con tecnología, y nuestro estudio ya ha dado pasos firmes en esa dirección”.

Este año traerá nuevos desafíos y oportunidades. La expansión internacional continuará con alianzas estratégicas en mercados clave, mientras que la incorporación de herramientas de IA y automatización optimizará aún más la prestación de servicios.