Dónde instalar el aire acondicionado para que enfríe mejor

En pleno verano, el aire acondicionado se convierte en un aliado clave en hogares y oficinas para atravesar las olas de calor. Su elección suele basarse en la potencia o el precio, pero hay un aspecto que muchas veces queda relegado y que puede marcar la diferencia en consumo, rendimiento y confort: el lugar donde se instala.

La ubicación de la unidad no es un detalle menor. De ella depende que el aire frío se distribuya de manera pareja en el ambiente y que el equipo no trabaje de más. Un aire mal colocado puede enfriar solo una parte del espacio, generar corrientes incómodas o aumentar innecesariamente el gasto energético.

Los especialistas recomiendan instalar la unidad interior a una altura intermedia, entre 2,1 y 2,5 metros del piso. De esa forma, el aire frío, que naturalmente desciende, se reparte mejor en la habitación sin impactar de forma directa sobre las personas, algo clave para evitar molestias o cambios bruscos de temperatura.

Otro punto central es evitar la exposición directa al sol. Cuando el equipo recibe radiación solar, debe esforzarse más para enfriar el ambiente, lo que reduce su eficiencia y eleva el consumo eléctrico. Por eso, tanto la unidad interior como el equipo externo deberían ubicarse en zonas protegidas del sol directo siempre que sea posible.

También conviene prestar atención al entorno inmediato. Instalar el aire acondicionado cerca de televisores u otros dispositivos electrónicos no es una buena idea: el contraste térmico puede generar condensación y dañar esos equipos con el tiempo. Del mismo modo, es importante que las salidas de aire no queden obstruidas por muebles o cortinas.