Consejos para evitar que el celular se sobrecaliente

Ya sea por quedar próximo a una estufa o por el calor del verano, los dispositivos electrónicos son susceptibles de estropearse y funcionar mal cuando se encuentran próximos a una fuente de calor: levantan temperatura, van más lentos y en el peor de los casos, pueden explotar.

Los materiales con los que están hechos las baterías de litio no son especialmente delicados en el sentido clásico. Sí que son inflamables, pero no hasta el punto de tener que llevar un cuidado especial.

Para evitar cualquiera de estas situaciones, cinco consejos y algunas precauciones que nunca están de más tener en cuenta y que pueden ayudar a evitar el exceso de calor.

Mantener el celular protegido del sol

Hay que mantener el móvil alejado del sol. Es preferible tenerlo siempre guardado y no dejarlo al aire libre a plena luz del día o en la guantera del coche.

En este sentido, lo mejor es tener el móvil en un lugar con una temperatura agradable y, a poder ser, sobre una superficie fría para que ayude a enfriarlo.

Controlar el uso

Los sobrecalentamientos no sólo se producen porque hace calor o alguien se olvidó el móvil al Sol, los componentes internos también se calientan y cuando se les exige mucho la temperatura puede llegar a aumentar considerablemente.

La intensidad de algunos videojuegos puede generar mucho calor interno. Esto también sucede al grabar videos de larga duración, realizar videollamadas, utilizar algunas apps pesada o se comparten los datos móviles.

Para bajar el consumo, se deben cerrar las aplicaciones que no se estén usando. Incluso, aquellas que están abiertas en segundo plano y demandan muchos recursos del móvil.

En caso de que hay mucha temperatura y llegue a quemar en la mano, lo aconsejable es apagarlo durante varios minutos hasta que se haya enfriado por completo.

Vigilar la carga

Uno está acostumbrado a cargar el móvil con cualquier cargador. Este es un gran error a la hora de conservar la salud de la batería. No prestar atención a este detalle hará que las cargas sean más lentas y, por lo tanto, se sobrecaliente el móvil, sobre todo, si se recurre a la carga rápida.

De forma paralela, también se debe evitar tener el móvil cargando cuando se ha llegado al nivel de carga completa y, por supuesto, no usar el dispositivo mientras está enchufado a la corriente.

No llevarlo al baño

Aunque algunos equipos tienen protección para sumergir el móvil en el agua, uno de los errores típicos es llevarlo al baño para escuchar música mientras uno se está duchando.

El vapor de agua puede ingresar en el dispositivo móvil y dañar las partes expuestas, como el puerto de carga o la pantalla. Hay que tener en cuenta que la certificación de resistencia al agua y al polvo, la IP68, no lo protege de esto completamente, sólo dificulta su ingreso.

Los smartphones vienen equipados con un indicador de contacto con líquidos (LCI). Si los circuitos son dañados por agua, este indicador se volverá rojo, por lo que será imposible engañar al técnico de la garantía.

No apilarlo junto a otros dispositivos

Un error habitual en muchas casas es que haya varios dispositivos juntos, ya sean dos móviles o el móvil y una tableta. Si uno de ellos se ha sobrecalentado transmitirá el calor a los otros y podría provocar que aumente la temperatura del otro y en un punto sin retorno, producir una explosión en cadena.