Charly Alberti irrumpe en el negocio cervecero con una receta sustentable

Hizo historia en el mundo de la música como baterista de la mítica banda Soda Stereo. Pero también fue pionero de Internet como empresario ligado al boom de las puntocom en los años 90. Charly Alberti se propone ahora revolucionar el modo de elaborar cerveza artesanal con el lanzamiento de su propia marca de birra. De paso por Rosario para presentar 27 Eazy, una cerveza lupulada hecha con malta de agricultura regenerativa, el exSoda Stereo charló con Punto biz acerca de los alcances del ambicioso proyecto que lo tiene como socio de Quilmes, líder el mercado en Argentina.

-Con 27 Eazy unís dos intereses; la cerveza artesanal y el cuidado del medio ambiente, ¿cómo hiciste para darle forma al proyecto comercial? 

La cerveza artesanal 27 combina dos pasiones: uno es el tema ambiental ya que si bien no es una cerveza ambientalista -está bueno aclararlo-, es una cerveza que tiene buenas prácticas y en esas buenas prácticas tiene un proyecto ambiental muy grande y ambicioso con impacto internacional. El objetivo inicial fue hacer una cerveza que tuviese ciertas características diferenciales. Y el proyecto básicamente nace de estar ya hace 10 años aproximadamente investigando la producción de cerveza. Estuve mucho tiempo en el sur y en esa estadía me fui metiendo en tema y apasionando con los procesos. En ese momento yo ya tenía Revolución 21, mi fundación de medio ambiente y pensando un día en cómo generar fondos para poder sustentar la fundación digo, ¿por qué no hablo con uno de mis amigos cerveceros y hago una cerveza y las ganancias van para eso? Si bien eso nunca sucedió, sí sirvió para darme el empujón inicial para empezar a investigar realmente el mundo de la cerveza. Me interesó la posibilidad de generar una cerveza con expansión a varios mercados pero por sobre todo la posibilidad de generar algo diferente que al mismo tiempo tuviese un gran impacto ambiental. 

-¿Y en ese marco apareció Quilmes como socio estratégico?

El proyecto empezó a generar curiosidad de grandes productores de cerveza internacionales, inclusive estuve en Miami con algunos de ellos, en México y en Chile, pero lo que me pasaba era que en ninguna de las propuestas yo podía encontrar los dos objetivos que tenía. Yo no quería hacer una cerveza para 500 personas ni comprar lúpulo orgánico. Me parecía que el desafío era poder llegar a un supermercado en Rosario y que vos agarrés una cerveza de súper buena calidad, diferente. Y eso no es fácil de hacer y tampoco lo podés hacer con cualquiera. Paralelamente, no solamente tenía que suceder eso, sino también tenía que tener detrás un proyecto ambiental de impacto, porque si yo voy a tener una cerveza de gran distribución, tiene que ser de igual proporción o mayor la acción ambiental. Fui dando vueltas por diferentes compañías hasta que encontré en Inbev / Quilmes mi socio ideal. Una compañía que al poco tiempo de estar negociando me demostró que realmente hablaban en serio de temas ambientales.

-Entiendo que vos querías producir cerveza y encontraste un socio ideal, pero ¿en qué momento aparece la pata sustentable del negocio? 

La parte ambiental del proyecto es muy grande. 27 es la primera cerveza hecha a gran escala con agricultura regenerativa. La malta que nosotros producimos proviene de campos que están en un proceso de regeneración y hoy precisamente uno de los temas más importantes que tenemos a nivel ambiental en el mundo es la regeneración de las tierras. ¿Por qué? Porque nuestros sistemas de cultivo que se han utilizado en los últimos años han terminado matando el suelo o pasás por campos y no hay tierra, hay polvo, eso quiere decir que tenés tu suelo que se convirtió en polvo porque murieron todos los microorganismos. Entendiendo que la regeneración es una de las preocupaciones ambientales más importantes, nosotros decidimos con 27 regenerar los campos de cebada en la Argentina, uno de los países grandes productores de cebada del mundo. Así fue que iniciamos un programa de regeneración y hoy tenemos a 23 productores a quienes le compramos y les aseguramos por 10 años la compra total de su producción 

-¿Cuál es el objetivo final de 27 Eazy? 

Que toda la cebada producida, por lo menos para invertir en la Argentina, sea de agricultura regenerativa. Esto quiere decir que de acá a algunos años si todo sale como lo estamos preparando, una de cada cuatro cervezas del mundo va a estar hecha con agricultura regenerativa. Es un proyecto enorme porque tiene alcance internacional. Por otro lado tenemos el líquido en sí, que es un líquido diferente, porque tiene un poco menos de alcohol. En esa búsqueda de un poco menos de alcohol tenés un montón de beneficios para la persona que lo toma, por ejemplo podés tomar al mediodía una cerveza y seguir trabajando. Es un producto que tiene tres grados de graduación de alcohol cuando todas las cervezas tienen de 4 para arriba. En 27 no solamente hay una preocupación porque te tomés una rica cerveza, sino también por una cosa; que la veas y la huelas linda y logramos una gran cerveza creo. 

-¿Hay experiencias similares en el mundo que vos tomaste como fuente? 

Mirá, yo lo que tomé fueron cervezas que no me gustaron, por eso hice 27, porque cuando traté de encontrar cervezas que tuviesen menos alcohol y que me gustasen, no había. Pero así, de agricultura regenerativa no hay. Es la primera cerveza del mundo hecha a gran escala en su tipo. El desafío de esto es, para mí, que vos pudieses encontrar una 27 con la calidad que tiene en un supermercado en Rosario. Ese es el objetivo, darle la posibilidad a la gente que para tomarse una gran cerveza no tiene que ir a una cervecería de las pocas muy buenas artesanales que hay en Argentina. 

-Tenés un perfil de empresario muy marcado, fuiste pionero en los 90 con Internet. ¿Qué otros emprendimientos estás llevando adelante? 

A nivel negocio, creo que mi gran emprendimiento hoy es 27. Por otra parte, estoy preparando cosas grandes con Revolución 21, mi fundación, siempre soy curioso. En cuanto a Internet, me parece que hoy, por lo menos en el mundo tecnológico, desde el lado social, ya está todo dicho. Sí, estoy trabajando en un proyecto muy grande vinculado con el medio ambiente y con la tecnología. Y lo voy a dar a conocer en breve. Tenemos que terminar de resolver algunas cosas, es algo muy complejo pero básicamente replantea la forma en la cual hoy le damos valor a la naturaleza. Es un proyecto muy interesante.