Casi un hecho: dos listas para dirimir la presidencia en la Bolsa de Rosario

La sucesión de Miguel Simioni en la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) parece encaminarse a un desenlace electoral con dos listas en competencia para el próximo 27 de noviembre, fecha en la que se realizará la asamblea para la definición de autoridades. 

Lejos de la idea de consenso que algunos intentaron promover tras los festejos por el 141° aniversario de la institución, el escenario político interno tomó otro rumbo luego de que Víctor “Fiti” Cabanellas, dos veces vicepresidente de la Bolsa, hiciera circular entre los asociados una carta en la que formalizó su intención de disputar la presidencia.

Del otro lado, el sector oficialista terminó de definir su estrategia con un giro de nombres: dejó de lado a Mayra Boglich, que nunca terminó de cuajar entre los socios con mayor recorrido por su escaso tiempo en la institución, y colocó en la línea de largada a Pablo Bortolato, agente de Bolsa con una larga trayectoria en la casa y de activa participación en la mesa chica que acompañó a Simioni.

La jugada oficialista buscó desactivar las críticas de quienes, sin poner en cuestión la gestión saliente, rechazaban que la presidencia quedara en manos de una figura todavía poco fogueada en la tradición bursátil. El movimiento de fichas puso de manifiesto que el oficialismo no estaba dispuesto a resignar el control de la sucesión y que la pulseada electoral era inevitable.

Consultado por Punto biz, Bortolato confirmó que mantuvo conversaciones con Cabanellas en busca de un entendimiento, aunque sin éxito. “Me junté con él la semana pasada, pero no coincidimos en algunas cosas. Fue de muy buena manera, muy respetuoso de ambas partes, y decidimos que cada uno vaya por su lado”, explicó. El dirigente agregó que su decisión de competir está tomada y que el oficialismo lo respalda en ese camino: “Yo también quiero ser presidente. Ofrecí que, si quería acercar gente a nuestra lista, no había problema. Incluso hablaba de sumar jóvenes, y eso es lo que necesita la Bolsa. Mientras sean institucionales, bienvenidos”.

Lo llamativo del proceso es que, en términos de diagnóstico, no parece haber diferencias profundas entre ambas corrientes. Cabanellas se mostró siempre diplomático y evitó críticas directas al ciclo conducido por Simioni, mientras que Bortolato remarcó que “no se identifican objeciones del proceso, al contrario, lo ven como un buen ciclo”. La distancia pasa, en todo caso, por el lugar de cada uno en el armado. Desde el sector que busca la continuidad entienden como “tirado de los pelos” el hecho que “un equipo de gestión formado este tiempo bajo el ala Simioni pueda ser presidido por un referente que llega desde fuera de dicho armado”. Básicamente, entienden que Cabanellas podría ocupar un lugar destacado en la mesa directiva, más no la presidencia en una hipotética lista de unidad.

Más allá de esas diferencias, Bortolato aseguró que mantiene abierta la puerta al diálogo: “Sigo totalmente abierto a lo que ellos llaman consenso. Siempre estoy dispuesto a charlar. Pero después de la última reunión me quedó claro que, por ahora, no veo ese panorama posible”. De este modo, la posibilidad de una lista única quedó prácticamente sepultada y todo apunta a que la renovación de la conducción de la BCR se dirimirá en las urnas.

El proceso definirá no solo quién sucederá a Simioni en el sillón de Córdoba y Corrientes, sino también cómo se administrará la continuidad de un proyecto que en los últimos años consiguió recomponer la imagen institucional tras los coletazos del caso Vicentin y devolverle protagonismo a la Bolsa en la agenda regional.