No hubo magia, fue todo mérito

Nuestros antecesores se lo inculcaron a sus hijos e impregnaron una marca que se fue transmitiendo por generaciones. Pertenecían a la legión que habían bajado de los barcos “con una mano atrás y otra adelante” pero venían con la firme resolución de “hacer la América”. Y contribuyeron decisivamente para hacer grande a esta tierra. 

La palabra mérito podrá haber quedado enredadas por estos días en peleas políticas de bajo calibre, pero las generaciones que algunas vez supieron hacer grande a la Argentina bien sabían de qué se trataba. Esfuerzo, tesón, dedicación, voluntad por aprender y espíritu de superación eran parte de los atributos que había que poner en juego para progresar. 

Esta camada de  mejores Promedios Universitarios es digna heredera de lo mejor de aquellas tradiciones. Algunos con desdén los descalificaron por “tragalibros”, “nerds”, “aburridos” pero poco les importó, porque tenían objetivos claros y supieron disfrutar de la aventura del conocimiento.

Arribar a una meta representa la posibilidad de hacer un balance, resignificar lo actuado durante un período importante de la vida: elegir una carrera, adquirir herramientas de estudio, elegir un núcleo de compañeros para compartir el esfuerzo, apoyarse en el grupo familiar para poder avanzar y superar con éxito los exámenes, desarrollar las primeras armas para consolidar una carrera profesional. 

Si superar satisfactoriamente todas las distintas instancias de la vida universitaria es un gran esfuerzo, hacerlo con notas superlativas que permiten ingresar al Cuadro de Honor resulta digno de especial admiración.

Es cierto que los puntajes obtenidos en los exámenes a lo largo de una carrera no definen todo. La actividad laboral que se inicia requiere de otras habilidades que deberán ser aprendidas, puestas en juego y resueltas con niveles de exigencia inéditos, pero es imposible promediar la carrera con cifras cercanas al 10 sin poner a prueba atributos como fuerza de voluntad, competitividad, tenacidad e inteligencia, que valen oro en cualquier grupo humano.

En las páginas que siguen el lector encontrará a la Selección 2019 de los egresados universitarios santafesinos, que pudieron concretar sus sueños con pasión y entrega y ahora apuestan a un futuro venturoso para ellos mismos, sus familias y la sociedad toda. Para todos ellos que vaya un brindis por un futuro de prosperidad-