Nativas, la empresa rosarina que invita a “invertir en naturaleza”

Nativas es una empresa rosarina, de alcance latinoamericano, enfocada en la regeneración de ecosistemas con la propuesta de “invertir en naturaleza”. Así lo describe Cecilia Mijich, ingeniera ambiental de Nativas, en diálogo con Punto biz. La firma ya lleva tres años en operación y se constituye como una Sociedad Anónima desde finales del 2022.

Concretamente la empresa desarrolla inversiones para la plantación de vegetación nativa en territorios que se determinen aptos. De esta manera, la firma que invierte contará con un crédito verde que podrá utilizar tanto para valorar sus acciones, acreditar a organismos pertinentes o simplemente transaccionar con un valor que establezca el mercado.

A través de la plantación de esta vegetación se calcula el secuestro de carbono proyectado a lo largo de toda su vida con la posibilidad de certificar periódicamente el almacenamiento de la emisión almacenada.

Respecto a la determinación del carbono capturado, vale mencionar que los árboles no absorben carbono de una forma lineal, sino que se trata de una curva ascendente.

“Estimamos el carbono que se va a capturar si el árbol crece correctamente con un porcentaje de pérdida, que contemplamos que está tabulado que es entre el 10% y el 15%”, aclara Mijich.

Esta medición se transforma en un un activo digital que se traduce en un token, que implica una tonelada de carbono capturada, que queda en beneficio de quien invierte. Este activo se almacena en una plataforma digital y la tecnología blockchain asegura la transparencia de sus movimientos. Desde Nativas se busca que esta actividad no sea un acto de “greenwashing”.

“Nosotros somos muy cuidadosos con eso. Tenemos un acompañamiento inicial con la empresa en donde tratamos de que la decisión de invertir venga de la mano de un plan de un programa de algo que se sostenga en el tiempo”, sostiene la ingeniera ambiental.

A medida que se corrobora el carbono capturado a través del tiempo, se acredita lo correspondiente al plazo mesurado.

Desde la construcción al agro: una demanda diversa

Respecto a la demanda, la compañía afirma que “hay una diversidad enorme”: “Hay una diversidad enorme. Existen una gran cantidad de rubros: construcción, aseguradoras, mutuales y empresas importantes”.

Por un lado, existen firmas que se encuentran cumpliendo obligaciones internas en materia ambiental y deben reducir su impacto. Por otro lado, existen otras que ven a la compensación como una oportunidad de ingresar a ciertos mercados que exigen esa condición. Otras deciden encarar esta inversión por decisión propia para contar con un Reporte de Sostenibilidad.

A su vez, desde Nativas observan que hay muchas empresas “muy importantes” que empiezan a medir a nivel internacional el valor de sus acciones en función de su estrategia de sostenibilidad, aunque no solamente con carbono.

“Van a aparecer dos variables de cara al futuro que nosotros estamos estudiando que tiene que ver con los créditos de agua y los créditos de biodiversidad.

El nacimiento de una startup rosarina

“Nativas particularmente surge porque todas las empresas que constituyen Warecloud tienen una base en el triple impacto, forman parte de la comunidad y empiezan a medir la huella de carbono interna”, explica Mijich.

A través de un plan de sustentabilidad comenzaron a determinar el impacto de sus actividades y formularon planes de reducción en función de esa huella. A pesar de esta disminución, desde la empresa comenzaron a preguntarse cómo abordar ese “saldo positivo” de carbono.

A partir de allí, eCloud, empresa dedicada al desarrollo de software también liderada por Gaspar Mac, tuvo la iniciativa de apuntar a la compensación de su huella.

“Por ese origen es que Nativas cuenta con un componente tecnológico y la emplea en su accionar”, indica la ingeniera ambiental.

Y relata: “Empezamos a buscar propuestas que nos ayudaran a compensar nuestra huella de carbono y encontramos algunas ONG 's como Amigo de la Patagonia en el sur o Seamos bosques”.

Sin embargo ninguna solución, en un contexto de quema de humedales en las inmediaciones de Rosario, tenía lugar en Santa Fe. “No solamente que no había opción, sino que estábamos destrozando el ecosistema en el que vivíamos. Así nace Nativas”, expresan desde la empresa.

¿Por qué el nombre? Se debe a la decisión de capturar carbono colocando árboles en el territorio que sean nativos del mismo y no externos de “crecimiento rápido”.

¿Cómo compensar la huella en el sector del agro?

Nativas actualmente cuenta con un programa específico que trabaja con el sector agropecuario argentino. Según la firma, en la huella de carbono nacional, el primer rubro emitente es el energético. Luego se ubica la agricultura y la ganadería.

“Este es un sector que no es que no hace nada porque no quiere. Hay una manera diferente de producir y nosotros proponemos acompañar en ese momento de transición entendiendo que hay propietarios de las tierras que quieren hacer algo, pero no tienen el dinero necesario para hacer la inversión que representa”, explica Mijich.

Lo que busca Nativas en estos casos es apuntar a “modelos productivos mixtos” como, por ejemplo, la cría de ganado silbo-pastoriles. Se trata de campos que sirven para la producción de ganado y se ofrece la posibilidad de plantar árboles garantizando que durante 30 años no se toque la forestación.

Si bien se apunta a utilizar suelos disponibles para la cría de ganado o de tambos, también se busca la utilización de suelos improductivos.

Particularmente, la empresa se encuentra ejecutando un programa llamado “Aurora”, donde busca impulsar la compensación en el sector del agro.

“Buscamos ofrecer la posibilidad de generar un momento de transición en cuanto a la actividad”, explica la especialista.

Proyección de negocio

Desde nativas se advierte que este tipo de inversiones irá en ascenso. Esta estimación se debe a las acciones gubernamentales y las exigencias del mercado en materia de reducción de huella de carbono.

En ese sentido, países como Francia ya se encuentran desestimando productos en su mercado en función de la huella de carbono emitida en su producción. Lo hace a través de la quita de “bonos ecológicos” que impactan en el esquema de costos de las empresas.

Esta situación es disparada por la urgencia de los países con compromisos adquiridos en las Conferencias de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP) o, por ejemplo, el Acuerdo de París, donde los Estados se obligan a alcanzar la neutralidad o disminución de sus emisiones.

En ese sentido, desde Nativas advierten que “hay más negocios de este tipo de lo que uno se imagina”. En ese sentido observan que hay una emergencia de negocios vinculados a las energías renovables, donde se establecen cálculos de los kilovatios generados a través de una fuente natural versus lo que generarías consumiendo combustibles fósiles.

“Nosotros creemos que está empezando a discutirse cada vez más a nivel mundial. Cada vez existe una mayor demanda por parte de la sociedad de que los privados, hagan la actividad que hagan, realicen de mejor manera su cometido. Si bien hoy el porcentaje de las mismas que adoptan criterios de sostenibilidad es bajo, hay una tendencia que cada vez hay un interés mayor. Entonces las empresas mismas empiezan a intentar hacer las cosas de una manera distinta”, analiza la ingeniera ambiental de Nativas.