El cruce entre la influencer de viajes y la Arav suma capítulos

A raíz de un artículo de Punto Biz sobre el fenómeno de la reina del low cost, la influencer rosarina que promociona en su Instagram pasajes aéreos y paquetes turísticos a precios muy accesibles, la Asociación Rosarina de Agencias de Viajes (Arav) salió con los tapones de punta: la acusaron de actuar desde la ilegalidad y defenestrar la profesión. Los reclamos tuvieron eco en medios nacionales y la cámara de empresarios subió la apuesta, haciendo intervenir a la Secretaría de Comercio Interior. Ahora, la influencer se mostró angustiada ante sus 88.400 seguidores (tenía 75.000 antes de la nota de Punto biz). "No voy a postear ni publicitar más nada de turismo", aseguró desde su cuenta de Instagram. 

El revuelo comenzó el 12 de noviembre, cuando María Victoria Perrone (alias la reina del low cost) contó la historia de cómo comenzó a publicitar en sus redes pasajes y paquetes aéreos a precios accesibles hasta llegar a convertirse en una influencer con mucha llegada a nivel nacional. La nota llegó a la Arav, que inició una investigación y giró actuaciones a la federación nacional (que nuclea a las agencias), al Ministerio de Turismo de la Nación y a la Afip. El tema también rebotó en medios nacionales.  

Tras la denuncia de la Arav y la intervención de la Secretaría de Comercio Interior, la reina del low cost se manifestó a través de varios videos en su cuenta: "Desde hace 10 días se inició una cacería de brujas hacia mi persona por parte de la Arav. Dijeron barbaridades y elevaron el caso a la provincia. Lo que pretenden lograr es que cierre mi Instagram. Defensa al consumidor está metida con Meta, que regula Instagram, para que me lo cierren".

Cristina Carbonari, presidenta de la Arav, aseguró: "Esto no es una cacería de brujas. Simplemente que una actividad como el turismo, que aporta tanto al PBI del país, tiene que manejarse en términos legales. Y lo que se está haciendo a través de las redes es ilegal. La señora que está vendiendo lo hace sin licencia. Tenemos pruebas de clientes de ella. Eso no es ser influencer, es intermediar en la venta y vender. Ella tendría que tener un número de legajo y de habilitación. Los impuestos de las aerolíneas los gravan las compañías aéreas, pero hay gente que emite en el exterior y no paga impuestos en Argentina". 

La reina del low cost se defendió asegurando que ella "no vende ni emite pasajes" y comparó su caso con el de Uber. Agregó: "Lograron lo que querían, que no publicite más nada de turismo. Ahora, si mañana no le venden un viaje a nadie, no es culpa mía. Primero fíjense por qué no le venden a nadie, fíjense que el mercado cambió. No me pueden agarrar de chivo expiatorio. Yo no tengo la culpa de que la gente quiera seguir viajando y busque cómo viajar barato. Son los taxistas contra Uber".