Reciclaron bar con 90 años de historia y un clásico vuelve a la vida

El viejo cartel de publicidad de naranja Crush luce renovado en la fachada del histórico bar de Salta y San Nicolás. Allí, a casi nueve meses de haber bajado la persiana, El Rosarino Bar vuelve a abrir sus puertas de la mano de un grupo de empresarios gastronómicos que motivados por la nostalgia recuperaron un lugar con mucha tradición para los vecinos del barrio.

“Éramos habitués del bar y al cerrar hablamos con la familia dueña, los Castaño para tratar de reflotarlo. Nos pareció una gran pérdida para la ciudad cerrar el bar. Por esto acordamos con ellos, hacernos cargo del lugar”, explicó a Punto biz Miguel Avalle, al frente de esta nueva etapa del clásico cafetín. 

Con vasta experiencia en el rubro gastronómico, Avalle es también responsable del coqueto restaurante Refinería, y fue quien tomó a su cargo la tarea de reciclar El Rosarino, manteniendo su estilo. “La idea fue rescatar la esencia del bar, sumándole una cocina que mejore la oferta, ya que sólo contaba con cafetería y cerveza. Ahora ofrecemos comida cotidiana como pizzas, sandwiches y minutas como ravioles o milanesas”, describió Avalle.

El Rosarino abrió en 1923, año en que Manuel Antonio Castaño, su fundador, llegó a Rosario desde Asturias. Primero levantó las persianas en el Cruce Alberdi, pero por el ensanche del Cruce Alberdi, el local fue demolido y Castaño se mudó en frente, en San Nicolás al 200. Su hijo, Roberto, continuó con la tradición familiar hasta el año pasado que debió cerrar sus puertas, debido a “los altos costos”, según aseguraron en su momento.  

Ubicado en la esquina de San Nicolás y Salta, el bar El Rosarino resistía el paso del tiempo gracias al afecto de todo un barrio y a un puñado de históricos clientes para los cuales era, desde su juventud, el principal punto de reunión y encuentro, sin embargo terminó bajando las persianas. Así las cosas, desde el último sábado El Rosarino inició una nueva etapa en el tradicional inmueble de zona norte. 

“Pensamos que era importante rescatar un lugar que tiene gran valor social y cultural para la ciudad. Mucha gente que se siente identificada por alguna historia de su vida con el bar. Estamos orgullos y ahora vamos por otros 90 años más”, aseguró Avalle.