Qué hay que saber a la hora de contratar un contador y evitar estafas

La mayoría de las veces no se les pide a los contadores que muestren su número de matrícula, ya sea por desconocimiento o porque el trámite no lo amerita. Esta falta de hábito es un caldo de cultivo para que algunos contadores puedan estafar a sus clientes. Por eso, desde el Consejo Profesional de Ciencias Económicas lanzaron una fuerte campaña para evitar este tipo de hechos: “Soy Matriculado”.

Si bien desde hace varios años se viene insistiendo en la necesidad de matricularse, “esta comisión actual lo ha tomado como uno de los ejes rectores de su misión, contribuir a la jerarquización profesional, revalidando la matrícula y a los profesionales habilitados en la sociedad”, afirmó a Punto Biz uno de los miembros de la comisión directiva del Consejo, Bruno Bufarini.

La matrícula, por un lado, para la sociedad es “la acreditación es que estas tratando con un profesional habilitado” para el ejercicio de la profesión liberal. Todas las incumbencias del contador podrían ejercerse de forma independiente “siempre y cuando uno esté matriculado”, sino estaría “ilegal”, explicó.

El hecho de exhibirla es importante porque no solo da fe de que el contador está habilitado para ejercer la profesión, sino también porque parte de un “compromiso” de cumplir con los principios de “ética profesional”.

Bufarini explicó que la matrícula es muy importante para la sociedad en general, porque implica “una garantía”. Es que en la relación contador-cliente se maneja información sensible que “no se puede divulgar”, porque existe el “secreto profesional”, y si lo hiciera “le podría costar el trabajo”.

Los profesionales de Ciencias Económicas tienen la obligación de firmar con su matrícula, pero muchas situaciones implican que no haya que escribir nada en un papel, porque hay muchos trabajos que demandan asesoramiento como puede ser el armado de una Declaración Jurada de Afip, en la que el contador colabora, pero “no presenta ningún papel”, porque “el responsable es el cliente”.

“Hay clientes que no saben que el contador está matriculado porque no se les presenta un informe y tampoco lo necesitaron. Esta es la diferencia con otras profesiones. No se usa el número de matrícula porque no hay que escribir”, detalló Bufarini.

Existen contadores que se vuelcan a ejercer la profesión sin estar matriculados y no se capacitan, no se actualizan y esta profesión cambia constantemente. “Se notan los problemas que generan este tipo de contadores que no se matriculan”.

Cuando un ciudadano contrate a un profesional es vital corroborar a quién se le está confiando la información sensible de la empresa o negocio. Se puede consultar en la página web del Consejo o acercarse para sacarse todas las dudas.